DON JULIO PIO HERNANDEZ Recuperemos a través de la música el amor y el
romanticismo |
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Don
Julio Hernández, a sus 87 años es un señor cano, de mirada apacible, lleno de
alegría, paz, ternura y dulzura que trasmite a través de sus palabras,
trabajador de la albañilería desde su niñez hasta los 50 años. Un hombre
sencillo de corazón rodeado de todo lo que un ser humano puede desear al
avanzar por los caminos de la vida; el amor de su familia. La música forma
parte de su historia, es el más hermoso de sus recuerdos, el arte que le
permitió conquistar a la que fuera su esposa y madre de sus hijos. Durante
su juventud descubrió su pasión por este arte. A los 17 años integró el que
fuera el primer grupo musical de Reconocidos
por la ciudad que los vio nacer durante los años 70, cuando Sonora Matancera
estaba en pleno apogeo; dio sus primeros pasos con esfuerzos propios, con la
inspiración que cada integrante tenía por ser músico. Eran jóvenes
aficionados, pobres económicamente pero ricos de corazón, laboriosos,
esforzados y amantes de la música. Alma
Triniteña, tiene muchos años de haberse
desintegrado, no existen más que los recuerdos e historias, no hay un disco o
un casset que revele su existencia; no obstante
todavía uno de sus integrantes Don Julio Hernández, continua a través de sus
palabras compartiendo como fue aquella hermosa experiencia vivida por jóvenes
entusiastas, quienes no encontraron obstáculos para llevar alegría a través
de su música. Impulsó
a lo largo de su vida grupos como Alma
Triniteña y Remembranza, también un mariachis
integrado por sus sobrinos, a la mayoría de ellos les enseñó a tocar; es un
hombre autodidacta, si a música nos referimos. Este hombre padre de
generaciones, reconoce que hay una gran diferencia entre la música actual y
la de antaño, -relata- que antes lo más importante era el romanticismo, el
sentimiento, el respeto del novio por la novia, la música era la herramienta
perfecta para conquistar a la mujer. Este
trovador actualmente, continua ejecutando las cuerdas de su mandolina y guitarra, es un maestro para las nuevas
generaciones que buscan aprender este arte. A los jóvenes los insta, para que aprovechen
su juventud y las fuerzas que vienen con ella. Les invita a recordar que es
la música la que nos hace llegar al corazón de las personas. Dejemos fluir a
través de la música el amor, la inspiración y el romanticismo. Recordemos que
la música es una forma de alimentar el alma. Finalizó. Quien
dice que los sueños no pueden ser una realidad; Don Julio es el reflejo de
que la perseverancia y optimismo, el amor hacia lo que uno hace, son el
ingrediente perfecto para lograr un espacio en la historia, en la mente y en
el corazón de las personas. El éxito no está en que otros sepan lo que tú
haces, si no en que logres lo que te propusiste. Revista
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