DECÁLOGO DEL
OPTIMISTA |
1. Los
optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y
aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos. 2. Los
optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo
cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia. 3. Los
optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y
tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza. 4. Los
optimistas disfrutan del «aquí» y el «ahora», no viajan al pasado con el
sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia. Disfrutan con
buen humor y con amor. 5. Los
optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuenta con la lección que
nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos. 6. Los
optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de
que la confianza y el compromiso personal obran milagros. 7. Los
optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz
interior y la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis. 8. Los
optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un
veneno. No son espectadores de las crisis sino
protagonistas del cambio. 9. Los
optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar
en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías. 10. Los
optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan
aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro
amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol; que
todo túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que
todo río siempre tiene dos orillas. Vanina Caporicci |