EL ESTELI DE AYER EN POCAS PALABRAS

2ª. Parte:

 PROGRAMA  PILOTO DEL TABACO HABANO EN NICARAGUA, 1963 AL 75

Pido disculpas y con mucha razón a las personas que me han reclamado que por lapsus o confusión, omití en mi artículo anterior que salió en la revista “El Esteliano” del mes de Marzo del año 2007. Y específicamente me refiero a mi pariente el Señor Marcelino Valenzuela Rodríguez y al Ing. Jorge Castillo Quant, el ing. Salvador Abdalah.   Don Marcelino Valenzuela inició con nosotros el programa de Tabaco habano en 1963; además de ser un agricultor con mucha experiencia, era egresado de la primera escuela de agricultura que en aquellos tiempos de 1930 al 40 existía en Nicaragua, localizada en el municipio de Chichi-galpa. Fue uno de los mejores cosecheros, pues la finca “El Paso del León” produjo uno de los mejores tabacos. Cabe recordar que Pioneros del tabaco habano en Estelí fueron solamente cinco: Marcelino Valenzuela Rodríguez, Orlando Valenzuela Moreno, Toribio Castillo, Leonardo Ríos y Juan Rook,  de Sébaco Matagalpa .  El Ingeniero Jorge Castillo Quant sembró en Teotecacinte, Jalapa en sociedad con su hermano Doctor José María Castillo, en el programa iniciado en el año 63.

 

Algunos técnicos cubanos nos asesoraban en la siembra y cosecha de este rubro. Todos sin excepción eran ciudadanos honrados y honestos a cabalidad;  ganaban salarios ajustados a la realidad económica del país. Los que eran casados venían con su esposa o familia.

 

Todos ellos víctimas de la dictadura de Fidel Castro. Fueron despojados de sus propiedades que les habían costado sudor y sangre, su trabajo aquí en Nicaragua fue un EXILIO. Sin embargo, encontraron en Nicaragua y especialmente en los  cosecheros nicaragüenses una amistad sincera y cordial, éramos recibidos en sus casas como uno de su familia, nunca hubo malicia o mala intención, eran hombres de buena fe,  rectos en todas sus actuaciones. Guardo recuerdos especiales para el Señor Generoso Eiroa, Victor Ruiz, Don Sixto Plascencia, del Ing. Jacinto Argudín (q.e.p.d) y el ing. Adan Molina Fiallos, Técnico, originario de Somoto, Nic.

 

Y en todo este largo bregar de las cosechas del tabaco habano en Estelí, sería injusto no hacer mención del factor mano de obra, en el valiosísimo personal, tanto de campo como en las diferentes labores a desempeñar, en donde habían capataces, tractoristas, regadores, fumigadores, cosedores de tela, empilonadores, ensartadoras, zafadoras, planilleros, contadores, bodegueros, hornadores, etc. Muy pocos actualmente se desempeñan como capataces en las nuevas fincas que se han abierto y otros han llegado a escalar posiciones importantes en las fábricas de puros como supervisores y otros han llegado a ser dueños de su propio negocio de tabaco, como cosecheros y fabricantes. Del antiguo personal de campo casi a diario me encuentro con ellos en la calle, nos saludamos cordialmente y recordamos aquellos tiempos que para ellos fue muy bueno, y para mí un tiempo de esperanzas frustradas, nos reconocemos nuestras cualidades, pues a pesar de existir una disciplina en el cumplimiento de los deberes, reconocí en mis obreros a mi prójimo, ellos gozaban de un salario mínimo estable, con una moneda sólida y un buen trato humano. 

 

En mi finca encontraron oportunidad de trabajo muchísimas familias que antes no la tenían, y no sólo eso, sino esta era para muchos jóvenes la oportunidad de continuar sus estudios, con ese modus vivendis muchos se graduaron, unos de maestros, otros  fueron pequeños industriales o dueños de su negocio. Actualmente podríamos decir casi es un delito emplear menores de edad en trabajos del campo, pero me parece un error, pues el trabajo dignifica a la persona y es un forjador de valores espirituales y materiales, una mente y un cuerpo ocupado no tiene tiempo de pensar en vicios y otras costumbres que actualmente degradan a nuestra sociedad. La fuente principal actualmente de tanto vicio y degradación de nuestra sociedad es la falta de fuentes de trabajo digno y honesto. El trabajo de todos esos jóvenes fue toda una escuela para su futuro, para la formación integral de sus valores y los de su familia; que hoy día son un gran ejemplo para las generaciones futuras. No podemos negar que el programa de tabaco habano especialmente de la zona norte de Estelí, ha contribuido a un mejor nivel de vida de ese sector y que ha sido un medio permanente de circulante que ha impactado positivamente en todos los estratos sociales económico de Estelí y Las Segovias.

 

Sembramos en todo este devenir tabaco habano y cosechamos valores humanos muy buenos,  tanto espirituales como morales.

 

Orlando Ramón Valenzuela Moreno

Licenciado en derecho.

Tel # 713-2505.