POEMARIO ESTELIANO

JOAQUIN

 

En aquellas calles verdes llenas de lluvia

de periódicos viejos enrollados

navegando como barcos

en las tardes de relámpago y benditas palmas

en las puertas Joaquín, el hombre

el sucio de ropa … el vendedor

-¡¡¡las frutas!!!-

el amigo de Pilo Acuña, de la Paula Loca

de quítale y póngale … de los pochos

el bañador de las joyas y del aguacate

el viejo, vendedor de frutas, desde hace años

desde cuando era cipote

desde más antes que construyeran la “anexa”

en donde fue la “placita” todos los días se le mira

y han pasado por la escuela centenares de muchachos

y otro tanto de los de ahora: “ gracias doctor”

buenos días doctor “ingenieros

y más “ personas honorables”  “de” ..

y ya llegaron a la luna los hombres

y casi terminan de comenzar a explorar los mares,

y a Joaquín siempre lo miraba vendiendo estas frutas

el mismo viejo, más anciano

él y su carretón

como un grande manchón

manchón grande

gris,

cano

viejo

 

Danilo Torres

Año 1974

 

Déjame

 

Déjame en algún rincón del silencio.

Olvida que una vez contemplé tus ojos

Llenos de crepúsculos

Y luz de luna.

Déjame ahogarme en el olvido,

Diluirme en la canción triste

De un pájaro nocturno

O en el espacio frío

Que dejó una estrella.

En la agonía de la tarde que se aleja

Con sus calores de mediodía

Déjame aprisionar el vació

Que dejaron tus palabras.

Y la pena que baja

En las calles llenas de frío

Déjame huir...alejarme...escaparme

De tus alegrías.

Deja desvanecerme en el tiempo

Déjame sufrir con mi pena

De sentirte tan cerca de mi vida

Y tan lejos de mis sueños

 

Jairo Toruño Moreno.

GLORIA TARDE DE UN POETA

 A Danilo Torres

 

Todos sufren la difunta nostalgia,

Del gran poeta Danilo Torres,

Tristezas profundas, llantos hondos,

Quebrantan el sentir de los bardos.

 

Redundantes honorarios cuanta la vieja crónica,

Crónica añeja. ¿Quién te quiso como yo?

Limitado eco de lejana remembranza.

Yo y después de mi. ¿Quién quiere ser yo?

 

Gloria tarde de un Poeta,

Allá cuando nada queda,

Recuerdas que alguien escribió algo parecido.

¿Quién lo niega, pues siempre ha sido tuyo?

 

Tuyo quiero ser,

Ser y no dejar de ser.

Ver como vivo dentro del mártir,

Sentir como muero en la estela del tiempo

 

No dejes que el santo bardo se marche,

Dejando tu mente llena de locuciones,

Presa de temores. ¡La vida!

 

CONOCE HOY, EL BARDO DE AYER

DANILO TORRES

 

REZOS

 (a Sonia Fátima Mendoza)

 

Dejar quisiera... un verso penetrado en tu cuerpo,

como huellas de gaviotas en una playa solitaria;

salpicado del rubor de la espuma tan fresca,

del susurro del viento, de tus ojos de paz....

Una huella indeleble en la tabla de tu alma,

un constante recuerdo en tu mente de Abril,

un cariño que llene la emoción de tu risa,

y un corazón repleto de un amor muy feliz.

Una rosa sembrada en tu vientre cerrado,

 y una tierna sonrisa, y un eterno sentir;

una esperanza guardada en tus labios alegres,

y un ramo de sueños rojos, y un poema carmesí.

Suspirar en tu aliento como sintiendo todo,

callado como el sol, cuando te ve reír...

un TE AMO tatuado en tu piel bella y morena,

y un TE QUIERO que escribo, al pensar solo en ti.

 

 

Miguel Angel Tórrez M.

elmediopoeta@yahoo.es