5 FUERZAS PARA AUMENTAR TU PODER DE LIDERAZGO |
1.
Pasión: Más allá de poseer
una visión, un líder exuda pasión. Su visión no es más que una de tantas
formas posibles para manifestar la esencia de su deseo. A la vez, una idea
sin la pasión para perseverar, es poco lo que logra. Como avión que alza vuelo
hacia un destino deseado, el proyecto de un líder requiere no sólo del fuego
inicial para impulsar la travesía; también del combustible suficiente para
sostenerlo y llegar al destino. Es esta la gasolina que enciende los motores
de la imaginación y capacidad de ejecución. Sin emoción no hay acción…y sin
acción no es posible consolidar la visión de un líder. Afortunadamente, la
pasión es contagiosa. Es precisamente esta transmisión de entusiasmo y
certeza provocada por una persona, lo que atrae, seduce e impulsa a otros
para trasformar metas en realidades. La pasión también
alimenta una emoción esencial para ejercer el liderazgo: la certeza. Más allá
del dudar de otros, un líder sabe que su visión es alcanzable. El pensamiento
de Arquímedes «dadme una palanca lo suficientemente grande…y moveré al
mundo», podríamos transformarlo en «dadme una razón lo suficientemente
poderosa… y crearé un mundo». Es una fuerte convicción que muchas veces tiene
en su única defensa el ardiente deseo por ver realizado lo que aun no existe. 2.
Oportunidad: Un líder ve lo que
otros no observan. Mientras algunos están inmersos en las cosas como son, él
se para desde una mirada distinta: cómo pueden ser. Es un observador de
posibilidades, un buscador de oportunidades. Constantemente está evaluando
nuevas maneras de cerrar la brecha entre su realidad externa y su claridad
interior (su visión). Lo que otros no entienden como un recurso, él lo
aprovecha. Aquello que pasa desapercibido para muchos, un líder lo capta al
instante. Y esta capacidad marca muchas veces la diferencia entre un sueño
perdido y un éxito logrado. ¿Cómo es esto una
oportunidad? ¿Cómo puedo aprovechar lo que sucede? ¿Qué me brinda esto a mí?
Son algunas de las preguntas que un líder se hace recurrentemente. En
esencia, el liderazgo también se expresa a través de una actitud mental
positiva: lo que queremos es posible y nosotros somos capaces de lograrlo.
¿Cómo? Transformando las circunstancias en oportunidades para avanzar. Además de encontrarlas
en el entorno, un líder también observa las oportunidades en el potencial de
su gente. Convence a otros a creer en sus talentos individuales y a activar
sus fortalezas en pro de la creación del mundo visionado. Quien muestra
oportunidades, afuera y dentro de las personas, se constituye en alguien a
ser escuchado y posiblemente seguido. 3.
Decisión: La fortaleza de un
líder es directamente proporcional a su capacidad para tomar decisiones.
Creer en su sueño; entregarse a su aventura; ir más allá de lo que existe;
liberarse de sus miedos; dar lo mejor de sí. Son estas algunas de las
intensas decisiones a través de las cuales surge el liderazgo. En un mundo en donde la
mayoría se resiste a tomar decisiones de trascendencia, quien se atreve, se
destaca. En este sentido, el liderazgo toma vida desde la responsabilidad
personal por definir el camino. Con frecuencia esto se logra, más que con el
sí a lo que se desea, con el coraje para declarar NO a aquello que no está
alineado con nuestra visión. No sólo nos atrae quien
decide aquello que nosotros no nos hemos atrevido a elegir. También nos
produce admiración quien es rápido en declarar su postura. En un mundo cada
vez más acelerado, competitivo es aquel que establece rumbo y es capaz de
cambiarlo de ser necesario-rápidamente. Los líderes son hacedores de mundos.
Mundos a los que otros desean pertenecer. Y su principal herramienta son sus
decisiones acompañadas por la capacidad para impulsar a otros a comprometerse
y tomar acción. 4.
Energía: «Líder es quien
libera la energía de otros». La energía del líder es fundamental, ya que de
ella estimula y nutre al equipo de personas que lo siguen. Cuando los otros
están «bajos» de energía, el líder se destaca por su capacidad para elevar el
nivel de los demás. Esto lo logra al reconocer, validar, ofrecer, apoyar,
inspirar, motivar. Es cuando da al otro que un líder puede despertar el mayor
compromiso y entusiasmo en su equipo de trabajo. ¿Cuál es el mejor uso
de mi energía? Esta es quizá una de las preguntas más importante a hacerse.
Desde el espacio de reflexión que abre y desde la oportunidad de compromiso
que surge, esta pregunta encierra una de las mayores responsabilidades de un
líder. 5.
Reto: En el espacio de los
retos, surgen los líderes. A veces el líder es el primero en identificar un
reto a superar; pero siempre el líder es quien se atreve antes que otros a
dar el primer paso, mostrando el camino a seguir. Se adueña de su visión al
sumarle su compromiso y acción. De esta forma, se gana la confianza de los
demás y le da fuerza a su autoridad. El líder, por sobre
todo, asume su propio reto: aquel de superar sus propios temores y
limitaciones. Sin esto, no hay liderazgo que pueda perdurar. Quien no esté
dispuesto a ser parte del proceso de cambio que implica el vencer un desafío,
rápidamente pierde credibilidad y debilita su imagen y poder de influencia. Una de las principales
funciones de un líder es el retar a otros a dar lo mejor de sí. Y esto lo
logra en su máxima expresión cuando él, primero que nadie, se entrega y va
más allá de lo que otros esperan. El PODER de un líder
radica, por tanto, en su capacidad para encender su Pasión, crear
Oportunidades, tomar Decisiones, poner su Energía en movimiento y adueñarse
de Retos cada vez mayores. Los líderes nos atraen
y seducen por una muy buena razón: nos recuerdan, al mostrarnos su poder, que
estas cinco fuerzas palpitan dentro de todos nosotros. Leopoldo Alcalá www.liderazgoymercadeo.com Ministerios Cash Luna www.cashluna.org La diferencia entre una
persona exitosa y otras no, es la falta de fortaleza, no es la falta de conocimiento, sino que
generalmente es una falta de deseo y determinación. Vince Lombarda |