CONSERVAR LOS DIENTES POR MAS TIEMPO |
Los dientes son piezas duras incrustadas
en los huesos maxilares y que realizan la parte mecánica de la digestión al
cortar y triturar los alimentos, además, participan junto a los demás
componentes de la boca en la comunicación oral. Cada pieza dental está formada
por tres estructuras básicas: 1. Esmalte: Es la capa externa
del diente, dura y resistente, el tejido mas mineralizado del cuerpo. 2.Dentina: Es la
capa intermedia, más blanda que el esmalte, que cuando se pierde el esmalte
causa dolor al quedar expuesta a los ácidos, dulces, bebidas muy frías o muy
calientes. 3.Pulpa dental:
Capa interna del diente y su órgano vital, es un tejido blando de color
rosado, sumamente sensible ya que está expuesto por pequeñísimas
terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos y linfáticos que popularmente son
llamados nervios. A lo largo de la vida, nuestra
dentadura soporta innumerables agresiones y se enfrentan a un constante
ataque de bacterias que se adhieren a la superficie del diente. Formando primero la placa dentobacteriana que es una película incolora y pegajosa y
que cuando ésta se endurece debido al depósito de minerales forma el tártaro
o sarro dental, conteniendo millones de bacterias de distintas especies que
aprovechan la mínima ocasión, sobre todo la pobre higiene bucal para
proliferar sin mesura y liberar ácidos que llegan a debilitar el esmalte y
causar un minúsculo boquete, que a veces se detiene gracias a los minerales
de la saliva. Pero si esto continua el daño es
irreversible y da como resultado un punto de caries que llega a destruir el
esmalte y si no es tratado puede perforar la dentina e invadir la pulpa. Si dejamos que la enfermedad
avance y no es restaurada la pieza con una obturación (calzas), se llegará a
formar un absceso de los tejidos y allí dentro del hueso la infección causará
una inflamación que provocará síntomas como dolor al masticar, a la presión,
el diente se siente un poco más salido. Habrá movilidad y en casos avanzados
el diente comienza a supurar pus que saldrá o bien por el diente o algún
lugar de la encía cercano al diente afectado. Estando el diente en este estado
para poder evitar la extracción se necesita realizar un tratamiento
denominado “Endodoncia”. ¿Qué es una endodoncia? La
terapia consiste en la remoción total del contenido de los conductos radiculares, bien sea tejido pulpar
o restos de su descomposición así como bacterias y otros productos, para
posteriormente descontaminar ese espacio y rellenarlo con un material inerte.
Existen diferentes síntomas que nos pueden
hacer sospechar de la necesidad de una endodoncia como son: sensibilidad a
cambios térmicos, cambios del color del diente, dolor espontáneo sin aparente
causa, inflamación entre otros. Gracias a las técnicas actuales
la endodoncia no debe ser tan dolorosa e incómoda que cualquier tratamiento
dental rutinario y, además, ya no son necesarias tantas citas para su
realización. Dra. Sofía Ibarra González. Cirujano dentista UNAN - León. Diplomado en Endodoncia. Universidad Javeriana
de Colombia UNAN-León. |