¿QUE HACER SI TU PERRO MASTICA LOS MUEBLES U OTROS OBJETOS?

 

De todas las verdades de este mundo, una de las más fáciles de comprobar es que un cachorro necesita morder algo.  Pero este comportamiento no es exclusivo de los cachorros, pues los perros de cualquier edad, raza, talla y sexo necesitan satisfacer esa necesidad de masticar; lo malo es que si no se educa correctamente al perro, es muy probable que mastique no solo los muebles sino que cualquier cosa; no importa si son tus tenis favoritos, que te regalaron en la navidad pasada, o el osito de peluche que te regaló tu pareja cuando estuvieron de aniversario, etc.  Si tu perro tiende a masticar cosas, deberás aceptar el hecho de que seguirá haciéndolo por el resto de su vida, a menos que lo eduques correctamente.  Y ninguna de estas opciones será fácil.

El Hada de los dientes: llega una etapa en la que los cachorros mastican absolutamente todo sin cesar, incluso tus manos y tus pies.  Los bebés pasan también por una etapa de “masticación”, en la que se meten a la boca todos los objetos que encuentran, y comienzan a masticarlos.  La razón es que sus dientes están brotando.  Los cachorros pasan exactamente por esa misma etapa y comienzan a mudar los dientes alrededor de los 3 ó 4 meses de edad, y dado que el brote de los dientes permanentes les provoca comezón en las encías, al morder las cosas el cachorro busca un alivio.

Los juguetes del cachorro son solo parte de la solución.  Para aliviar esas encías, es recomendable humedecer una toalla o trapo y se lo des a tu cachorro como juguete.  Otra opción ideal son los huesos que venden en las veterinarias, ya que al mismo tiempo también funcionan como limpiador de dientes, además que el cachorro disfruta del masaje que le da en las encías y puede ser muy entretenido para él.

Los peligros de este hábito: es perfectamente normal que los cachorros quieran explorar a su alrededor.  Las dos maneras principales por las cuales los cachorros conocen el mundo que les rodea es por medio de oler y probar las cosas, lo cual constituye un peligro latente para la salud de tu mascota, pues algunas veces lo que llegan a masticar o tragar puede poner en riesgo su vida.  Se recomienda que dejes fuera de su alcance todos los objetos que creas que tu cachorro pueda morder.

Uno de los peligros más comunes son los cables eléctricos.  Si observas, prácticamente en toda tu casa hay cables eléctricos; la televisión, la computadora, el refrigerador, la grabadora, el abanico…, en fin.  Si tu cachorro llega a morder uno de estos cables, puede que gaste el hule aislante, llegue al centro del cableado y corre el riesgo de morir electrocutado.  Algunos perros no muerden el cable, sino que lo halan y ahí se corre el peligro de que un horno de microondas, una licuadora, o una lámpara caiga sobre tu mascota, llegando a lastimarla seriamente.

Existen varias soluciones para evitar que tu perro mastique los cables eléctricos.  La más sencilla es, por supuesto, alejar de su alcance todos los cables que pueda morder, o bien, taparlos de manera adecuada.  Otra práctica consiste en cubrir los cables con una sustancia amarga cuyo sabor no les guste a los perros.  Algunas personas prefieren que todo el cableado eléctrico sea colocado dentro de un tubo o manguera aislante para cubrirlos correctamente.

Mantenlo ocupado: probablemente la mejor manera de eliminar o controlar la “masticación excesiva” de tu cachorro sea distraerlo con otras actividades.  El aburrimiento conduce al desastre.  Un compañero de juegos o bien una sesión de juegos exhaustiva puede funcionar de manera adecuada.  Por supuesto, ten a la mano juguetes para que los pueda morder, con el fin de evitar que muerda los otros objetos de la casa.

Si aun no has tenido éxito, tendrás que recurrir a la artillería pesada: un profesional.  Dependiendo del problema, podrás solicitar ayuda a un Veterinario, o a un entrenador de mascotas para que te ayuden a resolver tu problema.  Si mantienes a tu perro distraído en actividades no destructivas como el juego o el ejercicio, lo más probable es que el único ruido que escuches de tu perro al masticar sea cuando devore su comida.

¿Y si me muerde a mí?: los cachorros suelen morder todo, y de hecho eso es esencial para mantener unos dientas fuertes y sanos.  El hecho de que un perro pueda llegar a morderte durante un simple juego, puede ser muy serio, especialmente para los niños.  El cachorro va aprendiendo que sus mandíbulas pueden causar daño y poco a poco va moderando su fuerza para no encajarte los dientes.

El hecho de inhibir a un cachorro este comportamiento natural de morder podría hacer que el mismo cachorro no aprendiera a controlar su fuerza en las mandíbulas y como consecuencia de esto, al llegar a la edad adulta una mordida de juego podría causar un accidente terrible.  Las mordidas de juego del cachorro deben ser controladas de manera progresiva y durante el aprendizaje el cachorro entenderá hasta donde puede llegar.

No es necesario herir, asustar o castigar al cachorro para enseñarle a controlar su mordida.  Un simple “¡ay!” es suficiente.  Si tu cachorro reconoce tu “quejido” y desiste, prémialo y sigue jugando con él.  Si en cambio ignora por completo tu quejido, repítelo de inmediato pero más fuerte “¡AY!”, levántate y sal del cuarto.  Regresa después de dos o tres minutos, llámalo y reanuda el juego.

Una vez que las mordidas de tu perro ya no causen más daño, sigue fingiendo como si te doliera.  La finalidad de esto es hacerle pensar a tu cachorro: “los humanos son super-sensibles, tendré que ser cuidadoso”.  No permitas que muerda tu ropa.  Si permites que muerda tu pantalón, por ejemplo, no sentirás la presión con la que está mordiendo y podrías provocar que mordiera más y más fuerte cada vez, con el riesgo de que llegue a morder tu pierna.

 

Dr. Lester Zeledón Portocarrero

“Veterinaria Estelí”

Tel. 713-9155

E-mail: veterinariaesteli@yahoo.com