EL LIBRO AZUL

¡OH, libro azul! Libro de sabiduría.

Te amo y estoy lleno de

tu saber.

 

¡OH, buen libro!

Mi buen libro te cuento

que mi meta

es ser profesional

¡OH, mi libro azul!

 

Mi buen libro siempre

te cuidaré.

 

Algunas personas no te cuidan

Pero, yo siempre te cuidaré.

Mi gran libro, mi maestro

Siempre te leeré y cultivaré mi saber.

 

Oscar Emin Espinoza Lanuza

 

MELANCOLIA

 

El llanto me consume,

Ya no le siento gusto a nada.

Siento miedo en el corazón,

Temor a tu osadía.

Merezco ser de vos oída,

Como manda la razón.

¡Cruel corazón!

Ya mi dolor se marchita,

Gracias a tu indiferencia.

Mi pecho hierve de tristeza,

Por tu desamparo.

Ya mi voz ronca solo llora.

De este cautiverio saldré erguida,

Jamás merecí tanto daño.

¡Quédate en tu mundo!

Se despide quien no fue tu encanto,

Buen provecho por tu daño.

 

Julissa Leonor Davila Reyes.

Cel # 844-7391

TIERRA PERDIDA

 

El lamento de las guerras ancestrales, no era más que la sombra del breve

momento de la vida, de aquellos habitantes de esta tierra sin dueño, donde

sueños construyeron, esperanza tuvieron y en el destino creyeron.

 

Instantes de paz opacados por agónicos estadios de odio forjaron la gran lucha

donde la inocencia decidió marcharse y el rencor ocupó lo más profundo del

alma y se convirtió en el mayor rival.

 

Nobleza, ya no existía, ¿amor? Quizás, escondido, ahogándose en una mar de

llanto, tratando de escapar de tan inútil suplicio, hermanos ya no habían, solo

el temor vivo, ser no tenía sentido, nacer y caer en el olvido.

 

Terrible castigo ganado por tener, no valorar y dejarlo perder, triunfar sin luchar

y ser feliz odiando. Todo ahora era nada, ahora era nada del todo, de esta

tierra sin dueño, donde sueños cayeron, esperanza perdieron y al destino

temieron.

 

Y esta tierra sufrió, y su furia se hizo polvo y su llanto manantial, hasta que los

segundos se olvidaron del tiempo, la luz se olvido del sol, los gritos cesaron y

ya no había dolor.  

 

Fabiola Gaitán

Tel # 713 2822

 

 

 

RESIGNACION

 

Desde que te alejaste de mi

no puedo dejar de pensar en ti,

no se en donde estás

y mi corazón me pregunta si regresaras.

 

Yo no se que responderle,

no puedo mentirle,

solo se que no estas aquí,

y que es probable que ya te perdí.

 

Mi única resignación es pensar,

que aun existo en tus pensamientos

que vio en tus recuerdos

y que algún día, vas a regresar.

 

Carlos Manuel González Pérez

dedicado a: M,J,T,E