Llega un borracho a su casa con ganas de hacer el amor. A oscuras se mete en la cama y lo hace de manera bestial, los tres platos. Al terminar va a asearse y que sorpresa, encuentra a su mujer en el baño. Por lo que le pregunta, y entonces a quién le hice el amor en la cama. La esposa grita, mamá. Va y la encuentra fumándose un cigarro y le pregunta. ¿Mamá por qué no dijiste nada? Ella respondió, mi amor tú sabes muy bien que yo no le hablo a ese hijo de su madre ¡

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Una dama entra a una farmacia y le pide al farmacéutico: Por favor, quisiera comprar arsénico.   Dado que el arsénico es muy tóxico y letal el farmacéutico quiso saber más datos antes de proporcionarle la sustancia. ¿Y para que querría la señora comprar arsénico? Para matar a mí marido. ¡Ah, caramba! Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo. La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía del marido haciendo el amor con la mujer del farmacéutico. ¡Mil disculpas!, dice el farmacéutico, no sabía que usted tenía receta.  

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Está Jaimito en clase y le dice la profesora: -Jaimito si hay 3 pájaros en un alambre y pegas un tiro y matas a 1, ¿cuántos pájaros quedan? A lo que responde Jaimito: -Ninguno. - A ver Jaimito si matas a 1 de 3 pájaros te quedarán 2.-dice la profesora. Pero Jaimito le contesta diciendo: -No señorita si pegas 1 tiro y matas a 1 los otros se van volando por lo que no queda ninguno. Entonces dice la profesora: -La respuesta no es correcta pero me gusta tu lógica. Al día siguiente llega Jaimito a clase y le dice a la profesora: -Señorita, si entran 3 mujeres en una sorbetería y piden 3 helados una de ellas lo lame, otra lo chupa y otra lo muerde-. ¿Cuál está casada? A lo que la profesora responde: -La que lo chupa-. Y le contesta Jaimito: -No señorita la que tiene el anillo en el dedo, pero me gusta su lógica-.

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Va Manolo a una farmacia: «Oiga, me puede vender un preservativo porque esta noche voy a cenar con la familia de la chica con la que salgo desde hace tres meses y después, a ver si cae».  Mientras el farmacéutico lo atiende, Manolo se queda pensando y dice: «Bueno, mejor me pone dos porque esta chica tiene una hermana que no está nada mal e igual cae también».  El farmacéutico regresa por otro preservativo y Manolo dice: «Bueno, mejor me va usted a dar tres porque la madre es una cachonda que pone los cuernos a su marido y ya metidos en harina...»  Llega la hora de la cena y aquí tenemos al Manolo comiendo sin quitarse la gabardina, con el cuello subido y la cabeza agachada. Al acabar, cuando han salido de la casa, va la chica y le dice:

«¡Manolo, no sabía que eras tan tímido!”, «Ni yo que tu padre era farmacéutico».