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MARIA JULIA ARROLIGA PEREZ Con Dios y con mi familia he logrado vencer los
obstáculos |
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Maria Julia Arróliga Pérez, es una joven amable, con gran sentido de
compañerismo, activa y responsable. A los siete años la artritis afectó
gravemente sus piernas justo cuando empezaba la primaria; su madre con gran
amor y esfuerzo decidió laborar en los colegios a fin de que aceptaran a María Julia. Sin
darse por vencida continuó preparándose intelectualmente alcanzando el tercer
año de Administración de Empresas en el Centro Universitario Regional del
Norte, donde continua estudiando. Hasta
este momento la perseverancia, dedicación y esfuerzo han sido los motores que
animan a esta joven a salir adelante, ha demostrado que ella es útil y
necesaria en la sociedad, que lo único que se necesita es tener una
fuerza de voluntad inquebrantable y el apoyo de quienes nos aman para
culminar los sueños y metas que nos propongamos. Gracias a todo esto es que ha superado las
adversidades que trae consigo cada nueva etapa de su vida. Su tiempo
lo distribuye en tres actividades diarias: sus estudios universitarios, su
trabajo en el centro Juvenil Los Pipitos el cual desarrolla desde hace más de
dos años y la labor social que ejecuta en el MITRAB apoyando a
HANDICAP, a fin de que las personas con discapacidad tengan mayores
oportunidades en el mercado laboral. Esta labor la satisface por que le
permite servir a los demás. María
Julia afirma: -Son muchas las barreras que una persona con discapacidad tiene
que superar, tales como la discriminación, el poco acceso a las instituciones
por la infraestructura, y el hecho de que consideran que no tenemos capacidad
para cumplir con las tareas asignadas; es necesario que reconozcamos que si
uno quiere y trabaja en lo que cree todo le es posible, lo único que
necesitamos es mantenernos firme y sobretodo con fe en Dios; así es como se
superan los obstáculos. Recordemos que la vida es bella y hay que disfrutarla
sanamente, el tiempo es oro y hay que aprovecharlo, hay que estudiar, practicar un deporte, ayudar en
la comunidad, servir a la familia. Principalmente los insto para que abran
las puertas de su corazón a todas aquellas personas con discapacidad-,
finaliza. En el
futuro esta joven, pretende independizarse, poner en práctica sus
conocimientos y continuar planteándose nuevos retos que le permitan crecer en
todos los aspectos; así mismo pretende continuar apoyando a todas las personas
que quieran y deseen superarse. Es
admirable lo que esta joven y muchos más con capacidades diferentes están
haciendo a pesar de sus limitaciones, ellos nos están recordando que poder es
querer, que hay que retomar las diferentes actividades como el estudio, el
trabajo, las labores sociales con el fin de ser útiles a la sociedad y a
nuestro prójimo. Para
lograr esto, es necesario que todos los sectores apoyemos a las personas con
capacidades diferentes e incentivemos en ellos el deseo de superación, que
formemos parte del desarrollo de todos y cada uno de ellos, que brindemos los
espacios en todos los sectores valorando cada una de sus capacidades,
viéndolos como hermanos, como personas dignas de nuestro respeto y
admiración, como seres capaces, respetando su individualidad. Equipo de
Revista El Esteliano www.elesteliano.com Tel #
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