LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA (PARTE V)

PROCURE PRIMERO COMPRENDER Y DESPUÉS SER COMPRENDIDO

Comunicarse bien es esencial para la efectividad, realmente a nadie lo entrenan formalmente en la escucha y la atención a otros, esta depende de la ética.

Cuando alguien quiere interactuar efectivamente con otra persona, ya sea el cónyuge, amigo, hija, hijo, colaborador, vecino, primero tiene que comprender. Aquí no vale la técnica, ya que si esta se descubre se puede percibir duplicidad o manipulación. La clave real de su influencia es el ejemplo, el carácter, la verdadera persona y no la que otros quiera que sea. Si el carácter esta constantemente irradiando, comunicando, a partir de él, a  largo plazo llega la confianza o la desconfianza de la otra persona.

Si los estados de ánimo son volubles, si la persona cambia de temperamento y conducta, o si la conducta privada no concuerda con la conducta publica, será bastante difícil recibir apertura. Si no se conoce al otro, poco es lo que se puede hacer por él. Sus consejos pueden ser muy buenos pero nada podrá hacer por el otro porque realmente no lo conoce.

Se podrá hablar mucho, se podrá decir que se aprecia al otro, y este quisiera creerlo, pero no pude confiar en palabras. Se debe desarrollar la escucha empática. Estamos llenos de nuestras propias razones, de nuestra propia autobiografía, queremos que nos comprendan y a veces las conversaciones se convierten en monólogos.

Existen cuatro niveles para escuchar: Ignorar, fingir, escucha selectiva, escucha atenta y el quinto nivel es la escucha empática que es escuchar con la intención de comprender, entrar en el marco de referencia de la otra persona.

Los expertos estiman que el 10% de la comunicación esta representado por las palabras, 30% por otros sonidos y 60% es el lenguaje corporal. En la escucha empática se escucha con los oídos pero también con los ojos y con el corazón. Se escuchan sentimientos, se entiende la conducta, se utiliza tanto el hemisferio izquierdo, como el derecho.

La escucha empática es la clave para efectuar depósitos en las cuentas emocionales, ya de por si es un deposito muy grande hacia esta cuenta. Las necesidades no satisfechas son las que motivan, cuando uno escucha proporciona aire psicológico a la otra persona. También se debe tomar en cuenta la percepción, dependiendo de los paradigmas que han impetrado en la vida de cada quien.

Después de comprender se debe tratar de ser comprendido. La madurez es el equilibrio entre el coraje y la consideración, procurar comprender requiere consideración, ser comprendido requiere coraje.

Los griegos tenían tres palabras que engendraban una filosofía que puede explicar la esencia de este habito: Ethos es la credibilidad personal, Pathos es el lado empá-tico, logos es la lógica, esta secuencia se debe respetar a la hora de comunicarnos.

Este hábito esta en el centro del circulo de la influencia. Cuando más profundamente comprendemos a otros, más los apreciamos y más respeto tenemos hacia esas personas, tocamos realmente su alma.

Esto nos conduce a ideas creativas. Nuestras diferencias no constituyen obstáculo para la comunicación y creamos sinergia.

 

Jonny Martínez

Editor Liderazgo y Mercadeo

Economista, Postgrado en Mercadeo, Escritor y Facilitador en las áreas de Mercadeo y Liderazgo