INTELIGENCIA EMOCIONAL: RASGO CARACTERISTICO EN UN LIDER TRIUNFADOR |
Por qué algunas personas brillantes en su estudio y
de grandes habilidades no funcionan cuando de liderar un grupo se trata? o ¿por qué algunas otras sin ser tan brillantes logran
ser reconocidas como personas líderes y de grandes aptitudes para ejercer
posiciones de mando? La respuesta a estas preguntas quedará plasmada en el
siguiente artículo, ya que hablaremos de un tema de gran impacto en la
gerencia presente y futura: COMPONENTES DE Autoconciencia: a veces nos cuesta ser honestos con
nosotros mismos, en aspectos que sabemos debemos mejorar y no lo reconocemos.
Este punto por lo tanto, hace referencia a la habilidad de reconocer y
entender nuestros estados de ánimo, nuestras emociones, y su efecto en las
personas que nos rodean. Así mismo la autoconciencia nos sirve para
determinar hacia dónde vamos y qué metas podemos cumplir siendo realistas.
Además reconoceremos nuestros errores y seremos más cautos al realizar
determinada labor. Autorregulación: como su nombre lo indica, esta
habilidad nos permite controlar nuestros impulsos y emociones y lógicamente a
pensar antes de realizar cualquier cosa. Este punto es de suma importancia,
ya que si en determinado momento nos encontramos ante una situación
desagradable donde la primera reacción sería gritar o golpear cosas, la
autorregulación hace que pensemos antes de actuar, determinemos por qué se
falló en esa situación, qué factores pudieron incidir para el fracaso y cómo
se podría solucionar de la mejor manera. Aquí es importante reseñar que un
líder con esta habilidad le daría más confianza a sus subalternos y las riñas
dentro de un grupo tenderían a desaparecer. El miedo al cambio no estaría
presente en un líder con esta habilidad y la reflexión y el pensamiento
siempre estarán en primer lugar. Motivación: aquí lo importante es trabajar y sentir
satisfacción ante una meta finalizada, y no sólo buscar recompensas en dinero
o status. Los líderes con esta habilidad se apasionan por su trabajo, les
gusta aprender siempre, son creativos y muestran una energía y unos deseos
impresionantes para culminar de la mejor manera una actividad y llevan un
registro del desempeño realizado. Así mismo ante el fracaso, no ven nubes negras,
sino una oportunidad para ser mejores y su compromiso con la organización es
cada día más fuerte y así reciban ofertas monetarias altas para cambiar de
empresa y de trabajo, lo más importante para ellos es realizarse como
personas y crecer en el ambiente al cual están acostumbrados. Empatía:
esta habilidad hace que un líder considere los sentimientos de los
subalternos y sepa tratar a las personas, según las reacciones que estas
puedan tener en determinado momento, es saber cómo decir las cosas y cómo
actuar al percibir y entender el punto de vista de cada uno de los miembros de
determinado grupo de trabajo, ante situaciones problemáticas. Es muy importante añadir también que la empatía es
muy necesaria al tratar negocios internacionales dentro del marco de una
globalización cada vez más grande, ya que aquí lo importante es tratar bien a
los clientes, entender sus puntos de vista y descubrir qué deseos pueden ser
satisfechos de la mejor forma. Habilidades sociales: junto con la empatía, este
componente hace referencia a la capacidad de las personas para manejar las
relaciones con los demás y conducirlos hacia la dirección que se desee ya sea
buscando un acuerdo o un entusiasmo frente a un producto o servicio. Al dirigir un grupo, deben combinarse de la mejor
manera los cinco elementos de Como una conclusión final, puede decirse que el
obtener o manejar una buena inteligencia emocional no es fácil, pero si
existe la intención firme de adaptarla, esto redundará en extraordinarios
beneficios tanto personales como organizacionales. La tarea es entonces,
buscar en cada uno de nosotros a ese líder que está escondido y a esas habilidades que debemos explotar al
máximo. Oscar Javier Salinas www.gestiopolis.com |