TRADICIONES NAVIDEÑAS Y DE FIN DE AÑO

 

 

 

 

 

Amor, felicidad, unión, ilusión y nuevas metas. Todo esto se acerca al corazón de las familias. ¡Qué emocionante! han empezado a pintar sus casas, a colgar luces y adornos alusivos a esta época, porque es todo un acontecimiento. Diciembre para el buen esteliano no es solo una cena, ¡no señor! es sentirse bien y tener nostalgia por un ser querido que no está, es pensar en lo que haremos el próximo año, en nuestros sueños, planes y metas para el nuevo año, es tiempo de reflexión y unión.

La Navidad, puede que muchos la consideren un enorme negocio, está bien, esto está a criterio de cada quien. Pero para muchas personas es más que eso. Es sentimiento, reflexión, es la conjugación de muchas emociones; es pensar en la felicidad que emanamos juntos como comunidad, en la alegría de los niños, en la unión familiar. 

Diciembre es alegría, es un mes colorido y lleno de luminosidad, se unen muchas cosas desde lo físico hasta lo espiritual.

Para este mes es tradicional el arreglo de los hogares, los arbolitos, las luces, la música alusiva a esta ocasión,  la gallina rellena, los brindis, las uvas, los juegos pirotécnicos, los regalos, los estrenos, la reunión de las familias, la visita a los amigos, los envíos de tarjetas, un te quiero, un fuerte abrazo y muchas emociones encontradas. El arte curinario, que no puede olvidarse y que es lo que más nos gusta; porque no podemos pensar en Navidad sin ver a nuestras madres o parientes -en algunos casos hasta los Papá- en el trajín de la cocina, todos unidos a esta gran fiesta. Que la gallina, que el lomo pinchado, en fin; algunos hacen unas deliciosas sopitas, postres, bebidas. Y que gusto levantarse muy tarde el 25 y ver la casa desordenada. Porque sabemos que compartimos con mucha gente y aún hay comida que disfrutar y muchas cosas que compartir, como nuestros anécdotas, nuestros sueños y nuestros deseos para el nuevo año.

Los 31 quemamos al año viejito, como una forma de despedirlo y de asegurarnos que todo nuevo vendrá. Olvidar todo lo negativo del año que se fue y motivarnos a continuar y afianzar más lo positivo que nos dejó y comenzar con buenos augurios para cumplir nuestros sueños.

Seamos emotivos en estas fiestas, permitamos que se encienda una chispita de calor y amor en nuestros corazones, afiancemos más nuestra fe y amor hacia todo lo que hacemos, veamos la Navidad como una época para disfrutar y compartir.

No importa si somos personas mayores o jóvenes; en las fiestas navideñas y de fin de año hay lugar para todos. Algunos pueden ver que año con año cambian las tradiciones, pero acostumbrémonos a las nuevas y disfrutemos del olor a Navidad, de los nuevos vientos, porque para esta fecha hasta la naturaleza se pone a nuestro favor, dándonos un clima agradable; porque aunque hoy los árboles de Navidad, ya no son los pinos verdes- porque casi ya no hay- el frescor de la naturaleza nos acaricia y permite disfrutar las frescas noches de Diciembre.

Como buenos ciudadanos, no hagamos perder a los niños la inocencia, esa fantasía, esos sueños para esta ocasión. Una cartita a Papa Noel o al viejito pascuero; la esperanza de un regalo es la chispa que mantiene a nuestros niños. Alimentemos su espíritu navideño, porque si hay alguien que disfruta de la Navidad y de los muchos dulces que se producen para esta época, son los niños.

Y ya que estamos disfrutando de todo el sabor de la Navidad pensemos un poquito en los niños que no podrán esta época disfrutar como nosotros, pero que si podemos aportar y ser personas activas. Muchas organizaciones levantarán sus banderitas en pro de los niños, apoyémoslos y reconozcamos que todos podemos dar algo y compartir con ellos..

No nos olvidemos de todos aquellos niños y jóvenes carentes de amor, aceptación, cariño y comprensión tanto de sus familias como de la sociedad, unámonos con ellos y ayudémosle a salir de sus pesadillas y que ellos se den cuenta que sí hay un lugar para ellos, que se sientan aceptados como ciudadanos, como personas; hagamos algo para mejorar nuestra sociedad para que se vayan desapareciendo todas las cosas negativas, que hacen tanto daño, y empecemos una nueva etapa con optimismo y positivismo.

Que esta Navidad, así como disfrutamos de nuestras tradiciones como nicaragüenses, hagamos que en nuestros corazones haya mucha paz, amor, tranquilidad y bienestar, y no olvidar que siempre hay alguien que nos ama y nunca nos olvida, nuestro padre celestial, Dios. Tengamos fe que todo cambiará, que este año nuevo sea portador de muchas buenas nuevas, que se cumplan nuestros sueños y que al terminar nos sintamos felices de habernos realizado como seres humanos, como sociedad. Que Dios les bendiga.

 

¡Felicidades a todos!..

 

Revista El Esteliano

Web: www.elesteliano.com

Correo: elesteliano@elesteliano.com

Telefax # 00 505 713-2164.