NO HAY EXCUSA PARA DEJAR PASAR UNA OPORTUNIDAD

 

Con más frecuencia de lo que pensamos, surgen ante nuestros ojos oportunidades magníficas, muchas de ellas representan verdaderos retos, y tanto mayor es el reto mayor es la magnitud de la oportunidad. Pero, ¿porqué las ignoramos? o peor aún ¡las rechazamos con lujo de justificaciones! –No puedo por las niñas, mi hija está muy pequeña, no tengo algunos documentos, está muy lejos ese trabajo, otros lo pueden hacer mejor, etc.- Es natural que todo nuevo desafío cause pánico, pero debemos enfrentarlo, especialmente si estamos calificados para ello. En una palabra, debemos ser valientes, lo cual no significa que carezcamos de miedo, todo lo contrario, es la actitud perseverante con la que enfrentamos aquellas situaciones que nos causan miedo o hasta pánico.

Cuando somos niños y vamos por primera vez al preescolar, nos atemorizamos tanto que hasta lloramos en el regazo de nuestras madres, a quien nos aferramos para no quedar solos con niños desconocidos; luego, al concluir la primaria nos causa vértigo pensar en las dificultades de la escuela secundaria, igual pasa al ingresar a la universidad y a la vida laboral. Es como que nos persigue un miedo cíclico, y en verdad que los es. Todos tenemos miedo a lo desconocido, pero el secreto es, enfrentarlo.

Ahora bien, ¿que hay al otro lado del miedo, del pánico o terror? –Solo una cosa- ¡El éxito! Quien persevera y logra cruzar la línea del miedo gana, y cimienta su camino al éxito. Cuando, de un bateador depende el triunfo, ante un estadio repleto de fanáticos, él tiene la oportunidad de pasar a la gloria o fracasar en su intento. Si logra vencer el pánico que le causan los miles de fanáticos, se concentra y logra un buen batazo, en ese mismo instante alcanza la gloria, el éxito sin precedentes. Pero, sino no enfrenta sus miedos, con seguridad fracasará. ¡Así es la vida!.

El inventor estadounidense Tomas Edison, la física polaca Marie Curie, su vecino que es gerente del banco, o el amigo que diseña proyectos o el pastor que tiene un gran rebaño, todos lograron cruzar la línea invisible del miedo y triunfaron.

Ahora es el momento de cruzar la línea, dejar la indecisión y las bien elaboradas justificaciones para no cruzarla. El futuro de muchas personas, especialmente jóvenes quienes representan el relevo generacional, depende de su valentía, visión y perseverancia para  enfrentar los nuevos desafíos que cada día surgen en su vida, especialmente el desafío de ingresar al mercado laboral altamente competitivo de calidad, pero que marca la ruta del éxito personal y social.

Estas tres señales distinguen al ser superior: La virtud, que lo libra de la ansiedad; la sabiduría, que lo libra de la duda; y el valor, que lo libra del miedo.» Confucio.

 

Este es una reflexión para las jóvenes profesionales recién graduados.

 

Ing. Juan Leonardo Chow

SEJICSA

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