¿CUÁNDO SE DEBE INICIAR EL TRATAMIENTO DE ORTODONCIA? |
Cuando los padres llevan por vez
primera a la consulta especializada en Ortodoncia a alguno de sus hijos, es
común escuchar que lo llevan hasta ese momento “porque ya dejó de mudar los
dientes de leche y ya tiene los dientes definitivos”. Es una creencia generalizada en
la población, que el tratamiento de Ortodoncia se debe iniciar solamente
hasta que el niño tiene los dientes permanentes, y aunque los padres hayan
notado desde mucho tiempo antes que alguno de sus hijos tiene algún defecto
en su dentadura, esperan hasta que éste termine el recambio natural de las
piezas dentarias para llevarlo a la consulta. Hay que aclarar en primer lugar
que muchos de los problemas en la dentadura de los niños son genéticos, y que
pueden aparecer desde edades muy tempranas, y si no, pues un poco más tarde,
pero independientemente del tiempo de aparición, en estos niños, una consulta
temprana con el especialista en Ortodoncia puede marcar la diferencia para
tener una buena o mala dentadura en el futuro. Es posible en algunos de estos
casos, realizar una serie de procedimientos en el niño que todavía tiene
dientes de leche, que van a servir para dejar encaminado el tratamiento para
cuando llegue la hora de realizar el tratamiento de Ortodoncia en los dientes
definitivos; de esta manera, este tratamiento definitivo será más fácil y
rápido y sobre todo, más barato. Entonces, tomando en cuenta este punto de
vista, una visita temprana al profesional especializado en Ortodoncia, está
mucho más que justificada. Otro punto importante de
aclaración es que, contrariamente a lo que muchos creen, una de las claves
para tener una buena dentadura definitiva es haber tenido una buena dentadura
temporal, lo cual depende de muchísimos factores, algunos de los cuales no
podemos modificar a nuestro favor, como el caso de la genética, pero sí
existen otros en los que podemos influir de manera que el niño se vea
favorecido en el futuro y es aquí donde la mayor parte de los padres de
familia fallan. Muchos de los padres de familia
piensan que como los dientes de leche se van a caer, no vale la pena
cuidarlos y creen que sacar esos dientes es el mejor tratamiento cuando al
niño le duele alguno de ellos porque así se ahorran algo de dinero, ya que es
más barato sacar ese diente en lugar de hacerle la calza o restauración. Con
respecto a esto hay que decir que por naturaleza los dientes de leche tienen
su período normal de recambio, el cual debe ser respetado, y extraer esos
dientes porque al niño le duele debido a que tiene una carie que no fue tratada
y que por eso avanzó bastante, sería alterar el curso natural de recambio y
es en este momento donde empiezan muchos de los problemas en la dentadura. Cuando un diente de leche se
pierde mucho antes que su sucesor permanente, esté naturalmente listo para
salir a la boca, el espacio dejado por el temporal se va perdiendo poco a
poco porque es ocupado por los dientes vecinos, lo que origina que cuando el
sucesor esté listo para salir, no pueda hacerlo correctamente, porque parte
de su espacio ya se perdió, entonces éste sale a medias o sale por otro lado,
lo que da la apariencia de “diente encaramado”. Entonces, en estos casos, lo
ideal sería llevar al niño al Odontólogo desde muy pequeño para que se tomen
medidas de prevención de las caries y no sea necesario realizar grandes y
costosas calzas. Si cuando se lleva al niño, éste ya tiene caries es
recomendable calzarlas en ese momento, y si no es posible detectarlas a
tiempo o si cuando se lleva al niño a la consulta, el diente no tiene más
remedio y se tenga que sacar, se debe visitar al especialista en Ortodoncia
para que se tomen medidas destinadas a impedir que el espacio que quedará se
pierda, y cuando le llegue el momento de salir al diente permanente, éste
pueda hacerlo sin ninguna clase de impedimentos. Otra razón por lo que vale la
pena consultar en edades tempranas con el ortodoncista, es que algunos de los
problemas en la dentadura no tienen su causa específicamente en los dientes
sino en los huesos llamados maxilares, que son los que alojan a los dientes.
En algunos pacientes estos huesos presentan un crecimiento alterado, es
decir, puede que crezcan más o que crezcan menos de lo normal. Un ejemplo clásico es el niño
que tiene “dientes salidos”. Estos niños tienen los dientes delanteros superiores
bastante prominentes y al morder, éstos sobresalen incluso con la boca
cerrada. En estos casos la dentadura presenta defectos producto de
anormalidades en los huesos que se deben corregir en el período de
crecimiento activo del niño, el cual empieza cuando el niño tiene todavía
dientes de leche, y en este caso, si se espera hasta que tenga todos los
dientes permanentes para llevarlo a la consulta e iniciar el tratamiento,
este período de crecimiento puede
haber acabado, y si no lo ha hecho, puede estar muy cerca de terminar, lo que
hace casi imposible la corrección con medios ortodónticos
del problema en el futuro, sobre todo en las niñas, ya que terminan de crecer
antes que los niños, quedando como única opción de tratamiento, los
procedimientos de cirugía en esos huesos, lo cual es una opción mucho más
difícil de acceder debido a los costos y a la poca oferta en nuestro país de
cirujanos que realicen ese tipo de cirugía llamada cirugía ortognática. Lo ideal es llevar al niño a la
consulta con el Ortodoncista desde que le aparecen los dientes de leche
porque éste les puede dar información a los padres a cerca del cuido de estos
dientes aunque sean temporales, así como de la importancia que tiene el
mantenimiento adecuado de estos, y si no se puede llevar desde ese momento,
se debe consultar desde que se le note al niño cualquier defecto en la
dentadura porque como ya se explicó es posible tomar medidas en ese momento
que facilitarían y harían más barato un tratamiento posterior. Dr. Pedro A. Castillo Salinas. Cirujano Dentista. Especialista en Ortodoncia. Tel:
7134462 – 8332765. pcastillosalinas@yahoo.com |