TE PERDONO PORQUE MEREZCO AMAR UNA VEZ MAS |
Es posible que todo aquel o aquella
que un día ha sido herida en sus sentimientos, ya sea por violencia física o
psicológica, dentro de una relación de amistad, de pareja, familiar o
inclusive en un ambiente en el que estuvo
por poco tiempo se le haga un poco difícil comprender mis palabras,
pero las quiero compartir con la firme convicción que pueden servirle de
consuelo como un día lo fueron para mí y para personas que en algún momento
tuvieron la oportunidad de compartir
mi espacio. Muchas veces cuando se ha violado tu
intimidad, tu humanidad sea con palabras, con gestos, con la conducta,
incluso por aquella actitud esperada y que nunca se dio, la falta de
reciprocidad en la afectividad, en el cariño, en la solidaridad, en el
compañerismo, en los buenos y malos momentos, ese aliado que de alguna forma
todos buscamos, “por eso la lucha de procurarnos el amor”, pasa; que
encuentras todo lo contrario y peor aún, rudeza, insultos, maltrato, palabras
o comportamientos que duelen mucho más que un puño cerrado, la deslealtad,
falsedad, “sentís que juegan con tu inteligencia, con tu amor propio, con tu
tiempo, tu individualidad, tu intimidad”, te dejan sin fuerza y sin aliento
para continuar, alteran tu percepción sobre lo que debe ser digno de gozo y
de lucha, ves un túnel y que pocas cosas tienen sentido o ya no vives con fe.
Tienes hambre que duele, que debilita, que
desespera. Aún así, tienes muchísimas cosas
para dar y recibir, para vivir, para conseguir, para gozarte, por que te lo
mereces y estas obligada/o a permitírtelo. Ya no penses
en el daño que te hicieron, no le des cuerda a esos pensamientos que te
recuerdan el dolor, la humillación. Haz como cuando escuchas la radio y no te
gusta el programa o la canción, ¡cambia de sintonía! No le des cuerda a tus
propios sentimientos destructivos, ¿No
crees que ya te ocasionaron bastante daño?. Para
poderlo lograr tienes que ensañar, no una vez, muchas, y a cada instante de
tu vida hasta que logres derrocarlos por sentimientos positivos, optimistas,
de sanación y edificación de tu mundo interno y
externo, ¿No crees que las dificultades que trae el vivir son más que
suficientes?. Ese dolor, esa rabia, ese
resentimiento y hasta la impotencia por no poder cambiar la situación,
obstaculizan tu desarrollo como ser humano, esa pulsión de vida, de poder deleitarte con lo que acontece a
tu alrededor y de disfrutar de todas esas personas que tanto cariño, te
tienen. Ese odio no va a vengar esa
intensa tristeza que te provocaron, crees que esa personas que te hicieron
llorar, sienten compasión por vos, o que paralizaron su vida o al menos
tienen conciencia del daño causado y si buscan emendarlo
decime como borran las lágrimas de tu alma. Puedes
cambiarles sus esquemas da vida? Claro que no, pero esto es, mucho más
valioso, pues es mejor que comprendas, tu experiencia con amor, con humildad,
que sanes tus heridas, que no te responsabilices por la forma mezquina,
egoísta, inmadura en que retribuyeron tu amor, tu amistad, tu incondicionalidad. Es necesario que aprendes a PERDONARTE
por que es, eso, lo que más duele reconocer que fracasaste, Cómo yo permití
esto?. Si nuestro padre celestial fue
capaz de entregar a su propio unigénito para salvarnos, Jesús se entregó para
que nuestras debilidades fueran perdonadas, como no puedes perdonarte a vos
misma/o. ¡Simple! confiaste, te distes,
compartirtes, tienes el don de saber amar, esa
experiencia nadie te la puede robar del fondo de tu corazón, tomaste la
decisión de quererla experienciar. Aunque duela
aceptarlo es tu responsabilidad el sentimiento que hora tienes, al igual que
la ilusión con la que comenzaste, el de la desilusión también. Pero ojo, si es así, tienes la
magia en tus manos por que si es tu responsabilidad manejar ese sentimiento
puedes trasformarlo en un sentir bueno que no te genere dolor, pero si
dependiera de un otro ¿cómo manejarías tal situación?, estarías a la merced
de sus juegos infantiles, tienes el poder y la capacidad de vencer y
reconocer que eres única/o, irrepetible, incomparable y mereces sentir el
amor. Con odio, difícilmente lo logres. No permitas que nadie manosee tu
espacio íntimo, tu cuerpo, tu alma; tu dolor, tus lágrimas, valen la pena por
que es tu propio sentir, no importa lo que los demás sienten o piensen
respecto de tu situación. No importa si el generador de tu dolor es o no
culpable, si cree que venció, que ganó. Piensa cuanta miseria ha de tener en
su corazón como para complacerse con el daño, cuánta pobreza emocional si no
ha sido capaz de tener un amor genuino, sin tenerlo que compartir, el valor
que se tiene así mismo/a para conformarse con tan poco. Nadie merece ser
tratado como trapeador, y esa si es tu lucha, recuerda que la “persona se
hace capaz de amar cuando ha encontrado el equilibrio”. Una persona frustrada, llena de
complejos, falta de afecto, de amor esparce veneno por donde va, ese
sentimiento sale reflejado en una vida sin reglas, sin moral, que pasa por
encima de los sentimientos y necesidades de los demás, en conductas
dependientes, ya sea de una figura (generalmente de la madre), o de los
vicios ( alcohol, cigarro, drogas, nigh club) a través de los cuales ocultan su verdadera
realidad, adormecen sus propios pensamientos que no son capaces de escuchar. La plenitud, amor propio y
satisfacción personal genera conductas constructivas, de paz y armonía y
siempre quiere compartir lo mejor, cuida de los suyos y respeta por sobre
todas las cosas el espacio de los demás. Por tanto, no sigas
martirizándote por que llegó otra Navidad y no tienes con quien compartirla,
quizás estas buscando donde no debes y estás subestimando seres preciosos que
quieren un espacio en tu vida para darte cosas buenas... y vos que tenés para dar?. Empaca todo lo
que te hace daño en una caja bonita, con un lindo lazo y tíralo lejos, en el
fondo del mar. Recibe este año con una nueva filosofía de vida. “Escribe tu propia historia y no
olvides que disfruta más quien ama y se entrega, que quien es amado”. Dra. Débora Flores Psicóloga Clínica. Tel #
714-2041 |