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¿CÓMO EDUCAR A LOS HIJOS PARA |
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Cualquier educador, un padre de
familia o un profesor, necesita tener una buena respuesta para esta pregunta
¿Para qué educar? En otras palabras necesita saber cuál es la finalidad de la
educación en un contexto amplio. Un educador que enseña sin tener
claro que es lo que quiere conseguir, es algo así como una persona que sale
de viaje sin haber decidido a donde quiere llegar. En estas condiciones el
viaje es una actividad sin sentido. (Decía Séneca que para el navegante que
no sabe a que puerto se dirige todos los vientos son contrarios). Pero no basta saber a qué puerto
quiere llegar, es preciso además que ese puerto, ese objetivo, esa dirección,
valga la pena. No sirve “ir a cualquier parte” “ir a donde van todos” “ir
donde está de moda”. Hay que ir donde uno decide libremente, después de
haberlo pensado, porque ese lugar es el mejor para mí. A la educación se le han atribuido
muchas finalidades a lo largo de la historia, aquí una muestra “La función de
la educación es preparar para la vida completa”, pero surge una pregunta
inevitable “ ¿Para qué tipo de vida?” * Aprender a ganarse la vida: Saber
encontrar los medios necesarios para atender las necesidades materiales
(alimentación, vestido, etc). * Aprender un oficio o profesión. * Aprender a cumplir los deberes u
obligaciones de la vida profesional y social de modo responsable (deberes de
hijo, padre, amigo, personal, ciudadano, etc.) significa aprender a vivir con
los demás. * Aprender a resolver los problemas
típicos que surgen en la vida. * Aprender a dirigir la propia
vida. * Aprender a ser feliz. El problema surge, sin embargo,
cuando la preparación para la vida se reduce a una sola dimensión de la
existencia; por ejemplo (el bienestar material), también surge cuando se
plantea la vida solamente en función de intereses, gustos e intereses personales,
con olvido del crecimiento personal y del servicio a otras personas. Uno se prepara para la vida no
solamente adquiriendo conocimientos en los libros y en el aula, si no también
adquiriendo responsabilidades en diferentes lugares y situaciones: La familia,
las relaciones de amistad; un buen profesional no es simplemente el que tiene
un buen expediente académico; sino además el que tenga una buena relación con
sus compañeros de trabajo. Ejemplo: No será posible preparar a
los hijos como futuros buenos profesionales sin enseñarles a hacer del
estudio de hoy un trabajo bien hecho. Sería muy difícil preparar a los hijos
como futuros buenos padres sin enseñarles a ser hoy buenos hijos. Por eso los padres debemos preparar
a nuestros hijos, para cada una de las etapas de la vida: infancia,
adolescencia, edad adulta; en todas y cada una de estas etapas existen
funciones y modos de conducta. Educar a nuestros hijos para la
vida es prepararlos para desempeñar los diferentes papeles o funciones que
cada persona tiene en la vida social de hoy (hijo, hermano, estudiante,
amigo) y en la vida social del mañana (esposo, padre, profesional,
ciudadano). Lic. Adilia
Medina Narbona Psicóloga Tel. 713-2241. |