BUSQUEMOS UNA EDUCACION LIBERADORA

Estudiantes

 

Para lograr realizar, ejecu tar o construir algo, tiene que darse previamente, todo un proceso de búsqueda de estrategias, de procedimientos y medios para  alcanzar lo que pretendemos en el campo de la educación.

 

Esta tarea es sumamente delicada; los niños, adolescentes y jóvenes son actores susceptibles y frágiles que intervienen en el proceso de aprendizaje. Si no tenemos  tacto y no creamos el ambiente pedagógico adecuado, podemos causar daños irreversibles en estas tiernas mentes ávidas del saber, del conocimiento, del entorno y de los fenómenos que en él inciden. Por lo tanto, el propósito de este nuevo aporte, lleva como fin contribuir con algunas sugerencias, que proponen destacados pedagogos para resolver en alguna medida la incógnita planteada, no sin antes aclarar, que si en verdad queremos buscar y hacer una educación liberadora; debemos estar claros de que no hay fórmulas escritas de rígido cumplimiento, ni recetas a seguir al pie de la letra para curar la enfermedad.

 

Sin embargo, el secreto está en el cambio de actitud de los distintos actores que intervienen en la búsqueda constante del aprendizaje; el cual debe aportar soluciones a los problemas cotidianos. Es una responsabilidad humana, trabajar para lograr un cambio en la formación de una nueva sociedad, en la que las nuevas generaciones sean beneficiadas.

 

El cambio es lo fundamental, todos los sectores nacionales e internacionales, deben estar dispuestos a transformar sus políticas educativas y económicas, deben involucrarse, ser facilitadores y colaboradores en la ejecución de estrategias que permitan el desarrollo de todos los sectores. Debemos hacer un trabajo con acciones concretas de manera que las nuevas generaciones sean beneficiadas.

 

Maestros y profesores, vivimos en un mundo cambiante donde se hace necesario e imprescindible una constante auto – actualización, lo ideal será que volvamos a ser lectores – autodidactas como: Noam Chomsky, Paulo Freire, Jean Piaget, Celestin Freinet y Emilia Ferreiro,  quienes nos ofrecen algunas propuestas pedagógicas y nos presentan algunas experiencias que unidas a las nuestras y aplicadas de forma creativa  pueden ayudar mucho.

 

En el campo de la lecto – escritura, nos presentan algunos ejemplos del trabajo cognitivo activo del niño, quienes piensan que para escribir el nombre de un objeto, cosa o animal grande se necesitan muchas letras y para un pequeño pocas letras. De tal manera que escribir “oso” solo con tres letras y  “hormiga” con siete letras; según ellos – los niños - es un error descomunal de los adultos. Nosotros sin embargo, pensamos que la palabra oso, sólo por tener dos letras diferentes, es fácil de aprender para un niño. Todos los niños pasan por la etapa en la que piensan que letras repetidas no se pueden leer, y muchos se encuentran en esta fase cuando entran a la escuela. Por nuestra parte, los adultos, estamos firmemente convencidos de que hay que empezar con la frase: “Mamá me ama”, precisamente por que sólo se necesitan tres letras diferentes para escribirlas.

 

Otro caso para reflexionar; es cuando destacamos como único criterio de observación la obediencia o desobediencia  de nuestros estudiantes en el aula de clases, generalmente, hay muy poca confianza en otros valores.  

 

Si en verdad queremos emprender una nueva experiencia educativa, debemos tomar en cuenta lo que nos propone Emilia Ferreiro; “Debemos proporcionar nuevos  espacios donde los niños y niñas puedan leer y escribir a su manera”. Para que esto suceda nos dice Ferreiro, hay dos condiciones fundamentales que el adulto debe tener en cuenta. 1) Lo que para el niño significa escribir en cada momento de su proceso, debe considerarse como escritura; 2) Lo que para el niño significa leer según la etapa en que se encuentra, es lectura y debe respetarse como tal.

 

Profesor Róger Zeledón Flores

Colegio Pedagógico Padre César Jérez

Tel # 713-5747.