La juventud de este y todos los
siglos, se interesa mucho por escalar la cima del matrimonio; pero realmente
estarán informados de lo que significa dar este paso tan importante, y
delicado a la vez. La Biblia
que es la palabra de Dios, declara que el matrimonio es un gran misterio. Y
es cierto, por que no se sabe que puede suceder en el camino.
Deseamos compartirle a la
juventud que el noviazgo no es un pasatiempo, tampoco es hacer competencia de
quien tiene más novios o novias en la vida; o simplemente una experiencia
para dar besos y abrazos. Por lo que a continuación les mencionaremos algunos
principios, a tener en cuenta para lograr una relación sólida en el noviazgo
y luego aplicarlos en el matrimonio:
La Formación: En esta
etapa, se forma el carácter de cada persona, por lo que se debe dar tiempo.
Debemos decir sin temor alguno, las actitudes que nos disgusten de nuestra
pareja para que pueda desecharlas. Si no le gusta; es mejor una separación en
este período que durante el matrimonio.
El Diálogo: Es uno de los
principios fundamentales, en esta fase no sólo se debe hablar del presente
sino de lo que vendrá en el futuro, ponerse al tanto de que por delante le
vienen responsabilidades serias; que no es simplemente vivir juntos.
La Confianza: Cada uno
debe cumplir su palabra. Si dice que jamás traicionarán al otro, deben
cumplirlo para que haya seguridad entre ambos.
La Aprobación de ambos
padres: Es importante que los padres del novio y de la novia, den su
aprobación. Algunos dirán que a lo mejor es ridículo, pero a nuestro parecer
es importantísimo, para no tener en el futuro enemigos familiares. Esto debe
evitarse, ya que los hijos serían los más afectados al no tener una relación
con sus posibles abuelos.
El Amarse es imprescindible: Si
realmente no hay amor en el noviazgo, es ilógico que den el paso hacia el
matrimonio; de seguro no va a durar mucho tiempo esa relación solo será una
aventura o una medalla más en el currículo de alguno.
La Voluntad de Dios: Este
está por encima de los principios estudiados anteriormente, ya que quien
conoce al ser humano, su pasado, presente y futuro es Dios. Por tal motivo, es importante preguntarle
si es su voluntad la relación que tenemos, al fin y al cabo esa persona
podría ser nuestro cónyuge en el futuro.
La Edad: Aunque lo que vamos a
decirte no es una regla por la cual debas regirte; es importante ponerle
atención. A nuestro criterio se debe considerar la edad a la hora de casarse.
Es preferible que se tome esta decisión a la edad de 23 ó 25 años, cuando se
ha madurado y escalado una carrera profesional. Un joven de 20 años es
inmaduro, en ocasiones no toma las cosas con seriedad y sobretodo tiene un
nivel escolar bajo. Esto producirá en el futuro, problemas en el ámbito
económico.
Es por tales motivos que
esperamos de todo nuestro corazón, que estos consejos ayuden a la juventud a
la hora de tomar decisiones concernientes al matrimonio.
Deseamos que Dios dé mucha
sabiduría a nuestros jóvenes. Los bendecimos.
Sergio y Lilliam
López
Delegados Regionales
Universidad para la Familia
Tel.
8304294, 8997284
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