VIOLENCIA Y PROBLEMAS

DE APRENDIZAJE

 

Vicente Martins (profesor de Lingüística de la Universidad Estatal Vale do Acaraú (UVA), de Sobral, Estado do Ceará, Brasil), reporta en una de sus páginas, que hay una relación estrecha entre lectura y pensamiento, lectura y actitud, y más estrecha aún entre rechazo y personas con deficiencia en lectura. Las investigaciones recientes en Psicopedagogía, señalan cierto grado de cercanía entre problemas de lectura y delincuencia juvenil.

 

El dice que el comportamiento del delincuente, en el medio escolar, en general está asociado con alguna dificultad de aprendizaje. Los niños con dificultades para leer bien, casi siempre son estudiantes aislados, que buscan superar sus limitaciones lingüísticas con comportamientos más agresivos, rebeldes y violentos.

 

Los bajos rendimientos escolares reflejan las limitaciones cognitivas y lingüísticas de personas con deficiencia en lectura, y la destreza en el deporte o en el arte, muchas veces pueden revelar un sentimiento de rebeldía, que es posible perdure en la fase adulta. Las personas con deficiencia en lectura son potencialmente los estudiantes que más presentarían problemas de indisciplina en la escuela.

 

Durante dos años, Martins observó y constató que las dificultades de lectura y la delincuencia juvenil son tipos de problemas que caminan juntos y, por lo tanto, exigen una intervención por parte de los agentes y autoridades educativas.

 

Según Martins, muchos estudiantes cometen actos antisociales, no porque sean pobres o por ser víctimas de una privación cultural, sino porque, no tienen un buen rendimiento escolar y presentan trastornos del lenguaje o dificultades para leer y escribir. En cuanto mayor grado de incultura, el niño es más propenso a la violencia, por motivos frívolos y banales.

 

Los estudiantes con dificultades de lectura y frustrados por cada tentativa, son tentados a faltar a clase y a frecuentar compañías poco deseables. Un estudiante que fracasa en la lectura, fracasa también a la hora de leer un problema matemático, y es un magnífico prospecto para la delincuencia.

 

Finalmente, sostiene Martins, la privación de la lectura interfiere en el desarrollo de la personalidad de los estudiantes. Un estudiante con deficiencia lectora vive triste y deprimido, agresivo y angustiado.

Revista El Esteliano

Tel. 713 - 2164

www.elesteliano.com