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El proceso de un niño adoptado es mucho más
cambiante que la de un flujo biológico, pero no por ello debe ser complicado
y traumático; todo depende de las condiciones y el momento en que se le
revele su condición, así como la preparación y el estado anímico de los
padres ante esta situación. Los padres de niños adoptados se preguntan si
deben decir al niño que él o ella es adoptado y como
y cuando deben hacerlo. Los psicólogos y psiquiatras recomiendan que
sean los padres quienes informen al niño acerca de la adopción; muchos
expertos opinan que se le debe informar al niño cuando es pequeño, lo mejor
es que se comience a dar información al menor a temprana edad, tiempo en que
toman el hecho con mayor naturalidad y tranquilidad y en que comienzan a comprender
el concepto de familia. Por diferentes razones muchos padres
adoptivos tienen mucho miedo a las consecuencias que pueda tener el acto de
revelar esta condición, son los padres adoptivos los encargados de revelarles
la verdad de su boca esto ayuda que el mensaje de la adopción sea positivo y
permite que el niño confíe en sus padres. Si el niño se entera de la adopción
intencional o accidentalmente, de boca de otra persona que no sea uno de sus
padres, el niño puede sentir ira y desconfianza hacia sus padres y puede ver
la adopción como malo o vergonzoso, ya que se mantuvo en secreto. La información que se le vaya dando al menor
tiene que depender de su nivel de desarrollo y suele recomendarse a los
padres que empiecen el proceso de revelación entre los dos y cuatro años; ya
que a esta edad tiene ideas poco complejas sobre lo que es la familia y
entonces no se plantean problemas graves. A medida que crece, sus capacidades intelectuales le
van a permitir tener una representación más compleja de la familia y ya va a
ser más consciente de lo que significa ser adoptado, por lo que entre los
siete y diez años es una edad un poco más compleja para revelar esta condición si antes no se le dio ningún
tipo de información o sugerencia al respecto. Al llegar a la adolescencia, se volverá a
producir cambios en el proceso de revelación, siendo esta quizás el período
más difícil, ya que en sus vidas supone la formación de una identidad y la
reconstrucción del “yo”. Según los especialistas esta etapa implica tanto
reflexión sobre el pasado como sobre el presente y el futuro; y los chicos
adoptados tendrán que incorporar a esa nueva identidad su condición de
adoptados; lo que implica una referencia a sus familias de origen. Reacciones de los niños : Los niños reaccionan de maneras diferente
al enterarse que son adoptados; el niño puede negarse a aceptar que fue
adoptado y puede crear fantasías acerca de la adopción. Frecuentemente, los
niños adoptados se apegan a la creencia que los dieron porque eran malos o pueden
creer que fueron secuestrados. Si los padres hablan con franqueza acerca de
la adopción y la presentan de manera positiva, es menos probable que se
desarrollen estas preocupaciones. El niño adoptado puede desarrollar problemas
emocionales y de comportamiento; estos problemas pueden ser el resultado o
no, de las inseguridades; si los padres tienen inquietudes, ellos deben de
buscar ayuda profesional. Solo tengan presente que la convención sobre
los derechos de los niños estipula que “La filiación de un niño le pertenece
tanto a él como a sus progenitores” y todo ser humano tiene derecho a saber
quien lo ha concebido y sería un crimen negárselo, ya que lo que se está
negando puede impedir su desarrollo. Lic. Adilia Medina Psicóloga Telf. |