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EXPECTATIVAS Y TEMORES DE |
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Muchos están asustados, por lo que
parecieran malas señales del nuevo gobierno; me refiero a la presencia y
discursos del presidente Chávez de Venezuela, en el acto de toma de posesión
del Presidente Ortega; y la posterior visita del Presidente Irán. Pero también creo, que en el fondo,
todos estamos sorprendidos, por el estilo de Gobierno del Presidente Ortega;
la rapidez con que toma decisiones, y con esto, el liderazgo que ha recobrado
el poder Ejecutivo, contrario a lo ocurrido en el gobierno del ex presidente
Bolaños, donde el liderazgo y poder estaban concentrados en el Legislativo. Este recelo que se siente por cada
medida que toma Ortega, se debe a que en los últimos años, los estilos del
gobierno han tenido un carácter pasivo, poco propositivos,
con poca capacidad ejecutiva, cuya máxima expresión se dio en el Gobierno del
Ingeniero Bolaños; quien en el extremo de su indiferencia, confió el
desarrollo del país a la suerte del libre mercado, dejando actuar a los
agentes económicos sin control, debido a la debilidad de las instituciones
reguladoras y a la incompetencia de algunos funcionarios. Los resultados de
este estilo, ya los conocemos –crisis energética, niños fuera del sistema
educativo, educación de baja calidad en todos los niveles, el colapso de la
infraestructura vial en el interior del país, etc.- El estilo en la ejecución que se
está aplicando en el gobierno actual, a veces con acciones objetivas
claramente necesarias, otras veces populistas como es el caso de nueva casa
gobierno en el Olof Palme, ciertamente llaman la
atención y asustan; algunos medios de comunicación y políticos, hasta
afirman, que muchas acciones son ilegales o autoritarias; pero lo cierto es
que con la crisis económica y social que vivimos, el gobierno debe actuar de
inmediato. De hecho el modelo Keynesiano de la
economía, propone que en momentos de estancamiento económico, el estado tiene
la obligación de estimular la demanda, con mayores expensas económicas;
compensando además las brechas sociales resultantes de la crisis, mediante la
inversión social, tal como lo hicieron los países de Europa Occidental en los
tiempos de postguerra. Por tanto, considerando una
perspectiva keynesiana, con equilibrio macroeconómico, resultan esperan-zadores los anuncios como: la construcción de la
carretera al caribe nicaragüense, la pronta puesta en marcha de plantas
térmicas para superar la crisis energética, la contratación de 900 nuevos
maestros, la reducción de los megasalarios, la no
compra de vehículos nuevos, la revisión y reducción de los gastos en
publicidad del estado, etc. Esto, sin lugar a dudas favorecerá la inversión
social que tanto necesita la nación. -Ojalá así
sea-. Por supuesto, también nos preocupa
la posibilidad de involucrarnos en conflictos políticos extraterritoriales,
especialmente por el acercamiento a Irán, país que promueve un programa
nuclear muy controversial; y que estas acciones puedan distanciarnos de
nuestros hermanos centroamericanos, afectando en gran medida la unión
centroamericana – que esperamos esto no ocurra-. No obstante, los nicaragüenses
esperamos algo más que las medidas tomadas en el corto plazo, que si bien es
cierto, devuelven al estado el liderazgo del desarrollo social y económico
del país, aún esto no satisface las expectativas creadas en la población.
Esperamos una política exterior equilibrada libre de conflictos, que más bien
consolide la unión centroamericana y los tratados comerciales. Creemos también, que el estado debe
concentrarse en proyectos estratégicos para el desarrollo, dando mayor
prioridad a programas de: generación de energía y electrificación rural,
telefonía con cobertura nacional, mayor acceso a internet,
educación gratuita usando la tecnología de telecomunicaciones como es el caso
de la telesecundaria y cursos por Internet,
transporte público, red vial con cobertura nacional entre otros. En fin,
crear la infraestructura que facilite el desarrollo del capital humano, que
es el factor que promueve y ejecuta las acciones necesarias para el
desarrollo económico y social de la nación. Por al contrario, si el gobierno se
queda con las medidas cortoplacistas que ya ha
tomado y se dedica a las discusiones políticas extranjeras, todas las
expectativas positivas creadas en la población serán sepultadas. Todo esto
serán discursos demagógicos, populistas y nacionalistas, que promoverá la
confrontación interna y externa. Queremos ver frutos del nuevo
gobierno. Porque por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? (Mateo 7:16). Seamos optimistas y demos un voto
de confianza. Ing. Juan Leonardo Chow Gerente SEJICSA Tel. # |