LA CULTURA INDIVIDUALISTA RETROCEDE EL TRABAJO EN EQUIPO

 

 

Pero….. ¿qué es un equipo de trabajo? Algunas definiciones, expresan que se trata de un grupo de personas especializadas en un área determinada que cumplen su función trabajando de manera coordinada y organizada en la ejecución de un proyecto.  Se afirma que el trabajo en equipo es más que la simple suma de aportaciones individuales. Hoy en día se habla mucho sobre este tema, pero lo cierto es que nuestra cultura individualista dificulta la creación de verdaderos equipos de trabajo exitosos, que puedan cumplir metas relacionadas con tareas complejas.

Al respecto, hace pocos días conversaba con el hermano Harvy Ferrufino Oviedo -de la iglesia de Dios de Estelí-. Él me decía preocupado: -no hemos podido iniciar los proyectos con los jóvenes, lo último que hicimos en grupo fue el Congreso de Marzo-. Más aún, me afirmó -sólo el equipo de finanzas está activo; al instante supe que las actividades para recaudar fondos en la congregación son una tradición -lo que no me extrañó-. Luego pensé – tantas horas de talleres sobre liderazgo y trabajo en equipo no han servido de mucho- me pregunté desconcertado – ¿qué está pasando?.

Al pasar el tiempo descubrí, que la cultura individualista es tan fuerte que impide crear equipos de trabajo en nuestra sociedad, incluyendo a los jóvenes de la congregación y los más diversos grupos de personas en toda la nación.  De pronto comencé a ver todo lo que fortalece el individualismo. Noté que, en el mundial de fútbol 2006 de Alemania, se habló mucho sobre individuos, casi súper hombres: relucieron al inicio los astros brasileños: Ronaldo y Ronaldinho, y casi nunca del equipo en sí; pero cuando su equipo fue demolido por la selección francesa, los héroes cambiaron de nombre, -se describió en  los  tabloides al mago Zidane, la televisión mostró escenas de la grandeza de los goles, que parecían surgir de la nada, en las piernas del súper-futbolista del momento. Nuevamente se hacía culto al hombre y no al equipo – noté que casi todo mundo desconoce los nombres de los jugadores franceses, pero nadie desconoce el de Zidane-.

Bueno, este episodio futbolístico me enseñó que el mundial –o cualquier proyecto de la vida- se gana con trabajo en equipo y no con estrellas; más claro no podía estar -los franceses formaron un equipo que puso en sobrerelieve las fortalezas de los delanteros- pero; los brasileños fueron con un grupo de estrellas poco coordinado que acentuó sus debilidades. Resultados Francia subcampeón, Brasil eliminado.

Amigos aprendamos de estos ejemplos, no más llaneros solitarios y súpermanes; las grandes visiones de un país, de una iglesia, de una empresa y de la vida, se logran solamente con equipos exitosos. Reunamos el talento y démosles su espacio. Cuando facilitemos la creación de un equipo de trabajo, debemos fortalecer el liderazgo en todos los niveles del equipo, no usurpemos el liderazgo con actitudes egoístas, como: -él no es de aquí, es un nuevo cristiano, es pobre, es blanco o es negro o es indígena, o es mujer etc. ¡No! Esas actitudes ya no deben ser parte de nuestra cultura; por el contrario, debemos organizarnos y fomentar la cooperación y ayuda mutua entre los individuos. 

Lamentablemente aún persisten parte de estas actitudes, veamos el caso de los jóvenes de la Iglesia de Dios Central de Estelí: ¡todos quieren predicar!, -sí, porque es visible, muestra que sos muy cristiano, tenés mucho que contar en los espacios de testimonio, etc.- pero; nadie quiere planificar, porque los que planifican no se ven, no obstante, sin ellos es imposible que funcione un equipo. ¿Cómo habrá de funcionar un equipo sin metas, incapaz de evaluar su propio desempeño? ¿De qué le servirán los recursos financieros, si cada quien hace lo que puede, cuando quiere, como quiere, evitando la coordinación necesaria para grandes desafíos?.

Pero basta, es el momento de que identifiquemos, ahí donde quiera que estemos, los nuevos líderes debemos dejar a un lado el ego que conduce al activismo y al figureo; y demos paso a formas de organización fundamentadas en el trabajo en equipo. Porque, no hay problemas que no podamos resolver juntos y muy pocos que podamos resolver solos.

Recordemos que un gran sueño con un equipo inadecuado no pasa de ser una pesadilla. No se puede lograr una meta, tratando de trabajar solo o en competencia con sus compañeros. El trabajo en equipo se hace lento, cuidadosamente y sin egoísmos. Porque a medida que el desafío crece, la necesidad de un trabajo en equipo aumenta.

 

Todo el equipo gana cuando a cada individuo se le permite trabajar  en el área de su fortaleza.

 

Ing. Juan Leonardo Chow Z.

Gerente SEJICSA

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