Una abuelita de 98 años y un abuelito de 115 visitan al doctor: - ¿Entonces... nosotros no podemos hacer el amor, Doctor? - No señora, si ustedes lo hacen se pueden morir. Es mejor que duerman en cuartos separados. A media noche, le tocan a la puerta del cuarto del viejito. - ¿Quién es? - ¡Una viejita suicida!...

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Una maestra le dice a su alumno: - A ver dígame Pablito, ¿Qué pasa si le corto una oreja? - Me quedo sordo. - ¿Y si le corto la otra oreja? - Me quedo ciego. - ¿Por qué?, dijo asustada la maestra. - Porque se me caen los anteojos maestra.

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Un borracho va por la calle y se cruza con un hombre, al que pregunta: - Perdone, buen hombre, ¿le importaría decirme cuantos chichotes tengo en la cabeza? - Seis. - Vale, muchas gracias, entonces ya solo me faltan tres farolas para llegar a mi casa.

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Esto son dos borrachos que van agarrados a la vía del tren y uno le dice al otro: - Que escalera mas grande y larga. - El otro se gira y le dice no te preocupes que ahí viene el ascensor.

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Entra un tipo a un bar y pide: Deme un vaso de whisky.

Y empieza a soltar puñetazos al aire como hacen los boxeadores cuando pelean con su sombra. El barman lo mira asombrado y no le hace caso. Al rato: Déme otro vaso de whisky. Y continúa con el boxeo. Al rato: Otro, por favor. Y sigue con el boxeo. El camarero tomándolo por loco, le pregunta: ¿Y? ¿Cuándo empieza la pelea? Cuando usted quiera, no tengo dinero.

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Papá, papá, ¿de dónde vienen los niños? Y el padre empieza a contarle: Un día, hija mía, llega un pájaro con una semilla y la planta en el jardín. Al pasar nueve meses, tu mamá la recogió y de ahí viniste tú. Por la tarde la niña escribe en su diario:Hoy he hablado de sexo con mi padre. No tiene ni idea.

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Un vaquero encuentra un indio acostado a la orilla del camino con la oreja pegada a tierra. Curioso por esta costumbre india le pregunta qué pasa. El indio le contesta; carreta grande, cuatro ruedas, cuatro caballos, carreta llevar hombre blanco, rifle en brazos, al lado hombre blanco, mujer bonita, pelo largo, mujer llevar niño recién nacido en brazos. El vaquero sorprendido le comenta: ¡Caramba!, yo había escuchado de la habilidad de los indios para detectar si vienen caballos o carretas con solo pegar el oído a tierra pero usted me ha sorprendido, ¿Cómo es que puede dar tantos detalles con solo pegar su oído a tierra? Es que, ¡Acaba de pasarme por encima!.