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PERSONAJES PINTORESCOS DE CONDEGA |
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Todo pueblo o comunidad tiene personajes
pintorescos que se destacan en la vida cotidiana por su carácter, vestimenta,
acciones, anécdotas, servicio a la comunidad, etc. En las tradiciones y costumbres de un pueblo
o ciudad, estas personas no pueden dejar de mencionarse porque en ellas se
encierra mucha de la picardía e historia popular. En este inciso se incluye
una breve biografía de algunos de estos personajes que forman parte de
historia cotidiana de Condega. Carmen Dávila, Siete Levas: Carmen Dávila es
mamá de Germán Dávila, conocido como siete levas, es una de las lavanderas
tradicionales de Condega, todos los va rumbo al río con un motete de ropa
sobre su cabeza. Wilson Carrero: Fue un estibador, arreador
de ganado y cerdos, con la fama de cargar camiones echándose a la espalda
sacos de hasta ocho arrobas. En 1967, sufrió de fiebres altas, convulsiones y
que lo llevaron a perder la razón. Ahora Wilson se imagina que es un gran
comerciante que compra granos y ganado y que carga con su saco lleno de
dinero (papeles). Gregoria Lira, La Goyita:
Mejor conocida como goyita o goyona.
Ella es famosa por sus participaciones en romerías y procesiones a la virgen del Fátima, cantora de todos los tiempos, hoy promesante
de la virgen del Guadalupe. Antonia Mendiola,
La Mendiola: la vemos con su hermosa canasta de hornado y con su yagual en la cabeza, vendiendo descalza
por las calles empedradas de Condega. Teofilo Pineda: Nació en Gayacalí,
pero se reconoce como el patriarca de los músicos filarmónicos de la ciudad
de Condega. El tocaba en la banda municipal, la única en su género que ha
existido en Condega. Celebre consejero y maestro de generación de músicos que
hay en Condega. Antonio Pineda, Toñito:
El famoso Toñito, mayordomo de San Antonio de
Padua, repartía pancitos de San Antonio que él horneaba todos los 13 de junio
después de la misa del santo. Fabricaba bombas y cohetes y la famosa bomba de
mecate que enseñó a elaborar a los activistas del F.S.L.N.
en los años setenta. Dolores López, Lolita la vestido negro:
apareció por Condega en los años sesenta cuando el auge del tabaco y el
matadero. Se caracterizó por realizar trabajos eminente varoniles, para ella
cargar un horcón de un quintal de libras no era nada, siempre fue voluntaria
en los trabajos comunitarios de limpieza del parque, del templo, acarreo de
piedras, etc. Su infaltable vestido negro, roto y sucio con unas latas
amarradas en la cintura le daba un aspecto muy popular en su medio. Julián Peralta, Juliancito:
es originario de la comunidad de la naranjita. Los
19 de marzo de cada año era infaltable en las celebraciones dedicadas a San
José en la comunidad de San José de Pire, su fervor católico lo expresaba con
sus caites lavados y su ramo de flores en el sombrerito de palma. Dorotea Valdez, Doña Tella:
Cariñosamente le decíamos doña Tella, era una mujer
centenaria, conocedora de las andadas del Ejercito Defensor de la Soberanía
Nacional (EDSN) y fue cocinera de las tropas del general Sandino. Manuel Salgado, Pachacha: Pachacha,
originario de Condega. De oficio albañil, de todos los hijos de don Antonio
salgado era él más rápido en pegar ladrillos de cuarterones y repellarlos.
Hoy lo vemos vistiendo cinco camisas, cargando dos machetes y un garrote,
como ofreciéndose para limpiar los solares. Rumualdo Hernández, Ruma: El
queridísimo Ruma, infaltable en los velorios de santos y difuntos, con sus
botitas hule remendadas y su gorrito de lado. Típico en los pereques escurriendo
los envases de cerveza para su sed de bebidas espirituosas. Estaban Pérez, Estaban Loco: Hombre grande y
fuerte, exagerado para comer y para cargar, realizo cosas extravagantes como:
matar un perro, despellejarlo, destazarle los cuartos, comerse una parte y
proponerlo a la venta de los carnívoros de Condega. Francisco Montalbán, el chum-pe: Fue voceador
histórico del diario La Prensa, con sus piernas flacas y largas, ataviado con
pantalones brinca charcos usando zapatillas sin calcetines y con una mirada
recelosa hacia clientes que le compraban el producto. Mercedes Talavera, Doña Merceditas: Ella es
el prototipo de la mujer condegana, con su piel
morena, sus pies descalzos y su mirada triste de tanto trabajar y trabajar,
su típico delantal bien lavado y planchado para vender sus verduras y frutas
en el parque de Condega. Cipriano Palacios: El orgullo de la
comunidad de San Diego, cuna de los correligionarios del partido Conservador
de Condega, desde pequeño carga muletas debido a su impedimento, físico,
eternamente vago, a pesar de sus limitaciones, extrañamente se pone colérico
y violento si le dicen: ¡Viva agüero! Extraído del Libro: La Tradición Oral en la conformación de la identidad
histórica-cultural del Municipio de Condega. ADESOS Las Segovias/SINSLANI |