DECÁLOGO DEL MAESTRO |
AMA. Si no puedes amar
mucho, no enseñes a niños. SIMPLIFICA. Saber es
simplificar sin quitar esencia. INSISTE. Repite como la
naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección. ENSEÑA con intención de
hermosura, porque la hermosura es madre. MAESTRO, sé fervoroso. Para
encender lámparas basta llevar fuego en el corazón. VIVIFICA tu clase. Cada
lección ha de ser viva como un ser. ACUERDATE de que tu oficio
no es mercancía sino oficio divino. ACUERDATE. Para dar hay que
tener mucho. ANTES de dictar tu lección
cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro. PIENSA en que Dios se ha
puesto a crear el mundo de mañana. Gabriela Mistral UCATSE – 2006 |
DECALOGO DEL NIÑO |
Déjame hacer las cosas por mí mismo; si pretendes hacerlo
todo por mí, impedirás que yo aprenda y nunca podré hacerlo solo. |