EL SUBDESARROLLO ES ESENCIALMENTE UNA ACTITUD HACIA LA VIDA

 

 

 

No tengo trabajo, no me ayuda nadie, aquí no se puede hacer nada, somos muy pobres, gano muy poco; son muchas de las muchas frases que desnudan el pensamiento y revelan las actitudes de un carácter débil, típico de muchas personas en el mundo subdesarrollado. Las frases de autocompasión a menudo acompañan vicios y otros problemas sociales, que van desde la prostitución y el alcoholismo hasta la corrupción de  funcionarios públicos y privados.

Este fenómeno no se limita a las personas,  sino que también corroe el pensamiento institucional, de las organizaciones de la sociedad civil, la empresa privada y el gobierno. Con frecuencia ellos dicen con rostro de lástima: necesitamos que nos ayuden, no vendemos nada, estamos en quiebra, no tenemos petróleo, somos un país pobre, estamos muy atrasados, etc.

Esta trágica realidad, institucionaliza deliberadamente la pobreza a través de las actitudes fatalistas y las prácticas de las mismas, por los ciudadanos, sus organizaciones  y el gobierno. Entonces, el subdesarrollo es más que la falta de recursos financieros y tecnológicos; más bien es el resultado de nuestras actitudes negativas y el débil carácter de perdedores que se multiplica de generación en generación. Como dice mi buen amigo -Nelson de Jesús- es parte de la idiosincrasia del pueblo.  El pesimismo, la falta de aspiraciones, tomar el camino más fácil, la pereza, tomar lo ajeno, etc., son la base del carácter, tanto de los que piden, como de los corruptos que se apropian de los bienes públicos.

 Ahora, lo más complejo de este panorama, es que el carácter de perdedores que persiste en todos los niveles, no cambia con más dinero, ni con más donaciones.  Es conocido que en Centroamérica –excepto Costa Rica- se han percibido millones de dólares y euros por donaciones y préstamos blandos; hasta se condonaron las deudas externas –por no decir eternas- de Nicaragua y Honduras; pero el desarrollo no aparece por ningún lado en estos países. 

¿Qué pasa? – la respuesta salta a la vista-, las actitudes son las mismas, no han cambiado en nada. Los expertos en desarrollo –BID, BM, ONU, Unión Europea, USAID- parecen estar desconcertados, porque no comprenden, que sino hay cambios en las actitudes de las personas y sus instituciones, no habrá desarrollo. ¡Así de simple!.

Ahora, tomemos el camino del éxito, y no sigamos confundiendo a los expertos; comencemos a construir y desarrollar actitudes que forjen el carácter de vencedores. Entonces, no necesitaremos más de regalos, seremos dueños de nuestro destino, tendremos una mejor sociedad, llena de oportunidades creadas por nosotros mismos.

Cambiemos positivamente y dejemos de vagar por el mundo pregonando que no podemos hacer nada, que no tenemos oportunidades.  Construyamos el carácter de vencedores.

 

Ing. Juan Leonardo Chow Z.

Gerente SEJICSA

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