EL ESTRÉS
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En muchos casos de infertilidad no hay una aparente causa fisiológica, pero para la medicina natural
siempre es una luz de alerta, ya que indica que algo no funciona
adecuadamente en nuestra forma de vida. Puede ser un momento de replantearnos
nuestro tipo y ritmo de trabajo, la dieta, la actividad física, el nivel de
contacto que tenemos con productos químicos….en resumen nuestra calidad de
vida. Uno de los factores que cada vez influyen más a la hora de dificultar
el embarazo, es el alto nivel de estrés que conlleva el ritmo frenético de
nuestra sociedad. Si además, la pareja no consigue el embarazo en el tiempo que ellos
habían calculado, ello genera además un nuevo aporte de estrés extra. Así
pues, entramos en una rueda sin fin ya que el estrés genera infertilidad y la
infertilidad genera más estrés. Para muchas personas el tener un hijo es uno de los objetivos más
importantes de la vida y no conseguirlo es un fracaso personal. Hay una gran
frustración y las personas se sienten, a menudo, inferiores a los demás. ¿Por qué el estrés puede afectar a nuestra fertilidad? Las mujeres con
mucho estrés suelen tener ciclos menstrua-les poco regulares y los hombres
suelen presentar una disminución en sus niveles de espermatozoides. La verdad es que hemos de pensar que el estrés afecta a todo nuestro
organismo directa e indirectamente. La persona con un ritmo más frenético
suele, por lo general, descansar poco, alimentarse de forma desequilibrada,
tomar muchos excitantes (café, alcohol, tabaco) y no practicar ningún tipo de
ejercicio físico, ya que no tiene tiempo. Cuando observamos que seguimos estas pautas de ritmo de vida está
claro que nuestro cuerpo se va a desequilibrar. Hay un ejemplo muy claro de la evidencia de la influencia del sistema
nervioso y es el siguiente: Hay muchísimas parejas que después de llevar meses o años intentando
concebir un hijo (primero de forma natural y luego a través de fertilización
in Vitro u otros modos de fecundación artificial o asistida), cuando ya han
visto que es imposible se deciden por la adopción. Pues bien, cuando estas
parejas se van al país de destino a buscar a su hijo adoptivo y se están allí
entre dos y cuatro semanas, según el caso, hay parejas que vuelven con dos
hijos, el adoptado y el que acaban de concebir. Y es que cuando estás
personas ya tienen claro que van a adoptar sienten como desaparece esa
frustración, ya que por fin van a ser padres. En las charlas preparatorias
descubren que hay muchas parejas que están en la misma situación y empiezan a
desangustiarse. Por fin se sienten más «normales». La pareja se relaja y a menudo también mejoran sus relaciones sexuales
ya que no hay presión de «a ver si por fin esta vez conseguimos el embarazo». Las semanas de vacaciones y la satisfacción de ser, por fin, padres
disminuye los niveles de estrés y mira por donde algunos de aquellos casos en
los que era científicamente imposible la concepción esperan un nuevo hijo. Pautas para disminuir el nivel de ansiedad y estrés: • Como no hay nada como una buena motivación, el hecho de pensar en
tener un hijo puede ser un buen motivo para analizar con nuestra pareja
nuestras prioridades en la vida. • Podemos ver cuales son los factores más estresantes que nos afectan
y ver las posibles soluciones. • El trabajo y la vivienda suelen ser dos de las principales. Será el
momento de replantearnos la idoneidad del trabajo que tenemos (quizá ganamos
un sueldo alto pero trabajamos excesivas horas). Igual la vivienda de
nuestros sueños es demasiado cara para nuestras posibilidades y nos hace
vivir siempre con la angustia económica. En fin, cada persona conoce su
situación y debe analizarla. • Podemos pedirle a un profesional que nos de unas buenas pautas de
alimentación y por último ver si podemos hacer un poco de ejercicio físico. A
veces puede ser algo tan fácil como no utilizar el ascensor o utilizar menos
el carro. • El masaje entre la pareja también nos puede ayudar mucho. • Ver menos horas de televisión y aprovechar más para charlar con la
pareja, pasear juntos, ir al cine, a bailar, a ver a esos amigos que hace
tiempo no visitamos, etc. Josep
Vicent Arnau Naturópata y Acupuntor Articulista de Enbuenasmanos |