DON FRANCISCO JAVIER SANCHEZ TALAVERA

Fe y trabajo claves para lograr una mejor calidad de vida

 

 

 

En el transcurso de nuestra vida aprendemos que la pobreza no debe ser eterna y es cuando empezamos a plantearnos alternativas para mejorar la situación económica en que vivimos con trabajo y esfuerzo, apoyados con la fe en Dios y la ayuda de personas que creen que lo vamos a lograr. Don Francisco Javier Sánchez Talavera es un emprendedor que ha luchado para llegar al éxito empresarial, originario de la comunidad El Sontule-Miraflor, Proviene de una familia con pocos recursos económicos; sin embargo, esto no fue impedimento para superarse en los negocios.

 

Con treinta y cinco años de vivir en la ciudad de Estelí, casado, con cuatro hijos nos relata que comenzó su caminar con muy poco dinero, un camión pequeño en el que transportaba arena a la ciudad de Estelí y continuó trabajando duro, consiente que si quería tener más, debería realizar jornadas largas para suplir sus gastos y necesidades.

 

Con el deseo de obtener un negocio propio y no depender de un salario que no le alcanzaba para mantener a su familia, decide invertir en más camiones y emplear trabajadores que en conjunto pudieron cubrir las demandas de sus productos, obteniendo buenos resultados.

 

 Hoy con financiamiento de casas comerciales y algunos bancos, ha aumentado sus medios de trabajo como son: una rastra, camiones grandes y pequeños, dándole empleo  a nueve trabajadores permanentes.  Actualmente distribuye arena, piedrìn, material selecto, ladrillo y piedras canteras, en todo el norte. Su estrategia para mantener sus clientes es darles las medidas y pesos exactos, seguidos por la amabilidad y comprensión, estar pendiente del desarrollo y buena marcha del negocio.

 

Como todo empresario con espíritu progresista aspira ampliar su negocio surtiéndolo con todos los materiales fundamentales para la construcción y de esta manera crecer para seguir generando empleo en la ciudad que lo ha visto crecer económicamente. A sus cuarenta y nueve años de edad, se siente satisfecho de sus triunfos, feliz con su esposa e hijos, a los que le inculca el estudio para que sean personas de bien, ha viajado por diferentes partes del mundo por  motivo de trabajo y turismo.

 

Está seguro que no importa ser pobre, lo que interesa es tener las ganas de triunfar, de superarse y de vivir sanamente, dando lo mejor de su trabajo y reputación.

 

Expresa emocionado: Si tenemos fe todo es posible, nacemos desnudos y depende de nosotros y de la inteligencia que desarrollemos para tener una vida digna y mejor. No es pretexto ser pobres con empeño y trabajo se logra mantener la calidad de vida que queremos.

 

 

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