SEMBLANZA DE LA NOBLEZA MAGISTERIAL

Maestro Ingeniero

JULIO RITO VARGAS AVILES

Día del maestro nicaragüense. El 29 de junio, la sociedad en su conjunto, celebramos a nuestros maestros, justo reconocimiento de su brillante  labor.  Una semblanza del maestro nicaragüense, quedaría limitada, pero nos  atreveremos a cometer ese pecado en honor al que honor merece.

 

El maestro en su tarea cotidiana nos  atrae por su palabra, su actitud ante los alumnos y ante el hecho de enseñarnos  nos magnetiza más poderosamente. Es valorado por los buenos alumnos. Por ello, se resiste a dejar las aulas cuando es tiempo de su retiro, por que enseñar es parte de su vida misma. No entiende la vida sin sus conflictivos discípulos. El maestro es  pilar erguido de su profesión, por su dedicación, su entrega y su actitud generosa y abierta a las novedades pedagógicas. Su vida es su trabajo. Este es una poderosa droga que le mantiene vivo y alerta.

 

Sabe pautar el trabajo de sus alumnos. Cree que la labor magisterial se sustenta sobre una meditada planificación; sostiene que una serie de actividades sencillas secuenciadas y progresivas supone la base del aprendizaje. Él desarrolla un método operativo y práctico de enseñanza. Con él no hay fracaso, nadie o prácticamente nadie se queda vacío  de conocimiento. Con él todos trabajan a gusto: ilustran las imágenes de sus dossieres y responden a sus preguntas hábil y sabiamente estructuradas. Todos aprenden  porque sabe ponerles el caramelo de un aprendizaje ameno y sencillo. Sin darse cuenta aprenden más de lo que  estaba establecido en los objetivos a lograr.

 

Lo veo andar ágilmente por los pasillos. Tiene una personalidad enérgica y poderosa dedicada en cuerpo y alma a sus alumnos, son la sal de su vida. A pesar que se enferma y con todas sus dolencias, él sigue entregándose a la enseñanza con la misma fuerza y entusiasmo de siempre.  Entiendo su aceleración, su vigor, su energía… Le vienen de la convicción de que se puede hacer algo seriamente por los alumnos. Se dedica a la enseñanza de un modo integrador y no segregador.

 

El fracaso no forma parte de su sistema de educar. Aprender exige un esfuerzo y él conoce el sistema de que todos sus alumnos, incluso los más desmotivados, trabajen y cumplan con ese esfuerzo necesario. Sus resultados son casi milagrosos. Los alumnos acuden entusiasmados a sus clases impartidas, entre diversos métodos de enseñanza  y completan con dedicación absoluta los apuntes  que él les va proporcionando. Es un misterio ver como lo consigue, pero lo hace con un enorme derroche personal de energía que no sé como logra mantener.

 

Son muchas horas de reflexión para concluir. Yo querría ser como él, le admiro. En cierta manera envidio la geometría de su sistema integrador, progresivo y experimental.  Su convicción absoluta y prioritaria que lo que está haciendo es fundamental.  Como ejemplo de honradez profesional, de entrega sin límites, de sabiduría en el ejercicio de su labor de maestro, siempre promoviendo e integrando a sus alumnos, siempre dándoles un ejemplo positivo y humano. Siempre haciéndoles ver que son mejores de lo que ellos se creen que son, siempre orientándoles hacia caminos rectos y comprometidos, siempre extrayendo lo mejor de ellos mismos. Siempre con ellos hasta el final. Un hermoso ejemplo de lo que es amar hasta la frontera de las fuerzas personales.

 

Más que un profesor, llega un momento que es amigo, si tenemos que hablar, sabemos que nos va  a escuchar.

 

Para ti maestro, hoy y siempre reconocemos tu labor.

 

Felicidades Maestros!