SEIS PASOS PARA UN CUTIS PERFECTO

¡LA LIMPIEZA ES SOLO EL PRINCIPIO!SA

1) Limpiar: Limpia tu cara con un limpiador líquido cremoso y suave. «El jabón de barra no sólo seca, sino que no es higiénico», dice. «La suciedad que sale de tus manos termina sobre tu cara». Coloca tu limpiador líquido en una bola de algodón y después aplícalo a tu piel. (Tus manos no están lo bastante limpias, acota). Asegúrate de enjuagar con agua templada porque el agua caliente puede agravar la piel e inflamar los capilares.

2) Tonificar: En los viejos días, los tónicos eran ásperos. Pero ahora hay una gran variedad de tónicos en el mercado que son suaves y que están formulados para balancear la piel. Se recomienda el uso de un tónico suave sobre tu cara y cuello después de una buena enjuagada. Esto remueve los rastros dejados por tu limpiador y restablece el equilibrio del pH de la piel con lo que no habrá una secreción de aceite mayor o menor a la ideal. Para piel grasosa o mixta, puedes utilizar un tónico más astringente. Para piel grasosa, busca ingredientes como el hamamelis. Es verdad que producen resequedad, pero la tez grasosa puede necesitar este efecto de secado.

3) Exfoliar: El propósito exfoliar suavemente la piel es remover la acumulación de células muertas de la piel que causa irritaciones. También, deseas suavizar la superficie de tu piel a fin de que tus productos de tratamiento puedan ser absorbidos de forma más uniforme. No utilices exfoliadores demasiado abrasivos. Busca los que tengan abrasivos bastante finos. Los exfoliantes que contienen cáscaras de cacahuete o los huesos del albaricoque pueden irritar la piel porque los bordes son desiguales y pueden causar daños microscópicos. Nunca utilices esponjas naturales y restriegues tu cara. «Tu cara no es un piso y no deberías fregar como si lo fuera». «La sobre exfoliación sólo provocará la remoción de piel sana y nueva».

4) Vaporizar: Vaporiza suavemente tu cara una vez por semana durante cinco a diez minutos como parte de tu ritual de limpieza profunda. Coloca un puñado de manzanilla en una olla de agua y haz que hierba. Apaga la estufa y deja que la mezcla  «hierva» y se enfríe. Cuando haya enfriado lo suficiente para que el vapor no te queme, coloca una toalla sobre tu cabeza para un efecto de carpa y expón tu rostro al vapor. Por más tentador que pueda ser, no exprimas ni retires ningún barrito después de la vaporización.

5) Revitalizar. Las máscaras faciales se utilizan para revitalizar y afirmar la piel. Para aquellas con piel grasosa, las máscaras con base de arcilla son las mejores. Las máscaras de hidratación de gel o las máscaras en crema que deben ser utilizadas por aquellas con piel seca o sensible. Si tienes piel mixta, aplica sobre tu rostro una máscara de barro solamente sobre la zona-T, que comprende el centro de la frente, nariz y barbilla y el centro de mejillas. Para una verdadera «experiencia” empapa dos bolas de algodón en agua de rosas y después aplícalos a los párpados mientras la máscara se está secando. Se recomienda hacer la «prueba del parche» en tu pierna antes de aplicar un nuevo tipo de máscara para cerciorarte de que no tienes una reacción alérgica a ella.

6) Humectar: La hidratación regular de tu piel es de vital importancia para mantenerla joven y saludable. Otra razón muy importante para usar una crema hidratante diaria es ofrecer protección contra los perjudiciales rayos solares. Las cremas hidratantes se deben utilizar cada mañana y cada noche para máximos resultados. (Incluso los rostros con piel grasosas necesitan cierta clase de hidratación. Sólo asegúrate de encontrar una que no sea comedogénica y formulada para no bloquear los poros). La noche es el  mejor momento para aplicar tratamientos de restauración tales como cremas anti-envejecimiento o anti-arrugas. Durante el día, cerciórate de usar una crema hidratante que contenga un SPF de por lo menos 15.

 

 

Por: Melissa Kagan

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