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DON FERNANDO GUTIERREZ UN ALBAÑIL INCANSABLE |
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Es algo formidable que vio la
vieja raza: Robus-to
tronco de árbol al hombro de un campeón... Rubén
Darío Así
es Don Fernando Gutiérrez, hombre cano,
de gran fortaleza, viejo roble, de mirada apacible y muy conversador. A sus
80 años sigue activo e incansable, aún labora en la albañilería, oficio que
aprendiera a los 35 años. Nació el 19 de agosto de 1925 en la comunidad de
Las Cuchillas, a los 8 años ya se ganaba el pan de cada día como jornalero en
la finca de su mamá. Son casi ¡50 años! los que lleva trabajando en el oficio
de la construcción. Mientras
buscábamos a este “albañil de cinco décadas”, lo encontramos sobre un
andamio, afanado en un trabajo casero de albañilería. Fue muy agradable estar
en su casa, y compartir parte de su biografía. Se trasladó – según nos
cuenta-, a la ciudad de Estelí a los 30 años de edad y se dedicó a trabajar
en carpintería durante cinco años; luego contrajo matrimonio con doña Irma
Barreda, con quien procreó siete hermosos hijos. Don
Fernando – alegremente nos comenta – debido a la situación económica y a la
necesidad familiar, me vi obligado a construir mi
casa, sin saber absolutamente nada de albañilería únicamente con ver y
preguntarle a mis amigos. Después de finalizarla, muchas personas me
contrataban para que les hiciera trabajos; ¡me arriesgué a hacerlos!. Hubieron errores, pero poco a poco fui afinando mi
trabajo – puntualiza sonriendo –. Los ingresos
percibidos a través de la construcción, le permitieron educar a sus hijos y
suplir las necesidades de su hogar que eran su principal interés. Considera
que el mayor éxito que ha tenido ha sido educar a sus hijos, prepararlos para
la vida, para que aprendan una profesión y tengan mejores oportunidades. Don
Fernando, le agradece a Dios que nunca le faltara el trabajo y que sus hijos
hayan culminado sus estudios. A lo
largo de su vida y su desempeño en este duro y peligroso trabajo, ha hecho
muchas construcciones en la ciudad de Estelí, Managua, y Ciudad Darío;
algunas de estas tienen más de 40 años. Ha dedicado su vida al trabajo y a la
enseñanza de este oficio a todos aquellos que estén interesados en aprender de su vasta experiencia. También
nos relata, que su amor al trabajo lo ha mantenido pese a dificultades y
accidentes que ha enfrentado en el mismo. En una ocasión, se cayo de un
andamio de unos cinco metros de altura; -sonriente nos dijo-: “Dios mandó
ángeles para que me sostuvieran porque ni siquiera hubo necesidad de ir al
hospital”. La
vigorosidad de este albañil puede atribuirse a la vida sana que siempre ha
llevado; la abstención de vicios como el cigarrillo, bebidas alcohólicas, y
desvelos innecesarios, esto le permite a sus 80 años seguir trabajando, en lo
que es su pasión. Actualmente también, disfruta de la vida familiar en unión
de su esposa, sus hijos, sus once nietos y cuatro bisnietos. Don Fernando, continua trabajando en su casa. Insta
a la juventud a alejarse de los vicios, ya que este es el secreto para vivir
más tiempo, de manera sana y fuerte. Que aprovechen su juventud, para que
tengan la oportunidad de ver crecer a sus hijos y de ser ejemplos para ellos. La
historia de don Fernando es digna de admiración, por eso queremos darla a
conocer, como una muestra de la capacidad y fortaleza que tenemos los seres
humanos si vivimos nuestra vida lejos de vicios y de inmundicia. Revista
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