EL EFECTO DE LA PRODUCTIVIDAD |
Debemos aprovechar las
oportunidades que se nos presentan, y no
vivir deseando las que otros tiene. Ser productivos en lo poco, y el Señor
nos dará aún más. Eclesiastés Debes adquirir
conocimiento y sabiduría para hacer tu trabajo con tus fuerzas. La gente
dice: “¿Cómo puedo saber cuál es la voluntad de Dios?”. Pero lo que venga a
tu mano, hazlo; lo que mejor puedas hacer, hazlo. Goza el trabajo que haces.
A veces no tienes una palabra angelical que te diga qué hacer, pero debes
hacer lo que a tu mano viene, y hacerlo bien, para el Señor. Debes tomar las
decisiones según la inteligencia y sabiduría que Dios te ha dado. No siempre
necesitamos que Dios nos hable, sino usar lo que él ya nos ha dado. Pensar según
lo que Dios ya ha puesto en nosotros. Verso 11: Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera,
ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes
las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión
acontecen a todos. Tal vez no seas ligero, ni elocuente, ni fuerte, ni sabio;
quizás no tengas la oportunidad que otros tienen, pero seguramente, tienes la
tuya. La gente se vive
quejando por lo que no tiene; por la oportunidad que no han tenido, en vez de
aprovechar la que sí tiene. Igualdad de oportunidades no hay. Hay quienes
dicen: “Es que si yo hubiera tenido la oportunidad de aquel”, pero no la
tuviste. En vez de estar viendo eso, enfócate en la oportunidad que sí
tienes. ¿Cuántos reconocen que han desperdiciado en su vida más de alguna
oportunidad? Tú mismo has tenido la tuyas. Decir que todos tendrán las
mismas, eso no es posible. Desde el principio, Dios no fue igual con Abel y
Caín. Con Abel fue distinto, porque él fue obediente y le agradó. A veces,
queremos que nos den iguales oportunidades, pero no queremos igual
responsabilidades. Salomón observó y dijo
que había visto que no es de los sabios el pan, de los elocuentes el favor,
sino que a todos les llega su oportunidad de un tipo o de otro. Las oportunidades le llegan a todos, pero
cuando estás codiciando las de otros, no ves la tuya, porque tu corazón está
tan lleno de envidia que no aprovechas la tuya. Quizás, en lugar de
estar llorando por las oportunidades que otros tienen, debes pedir perdón por
las que tú mismo perdiste y decirle a Dios que no dejarás pasar otra
oportunidad. Debes aprovechar que tienes un trabajo. Hazlo bien hecho para la
gloria de nuestro Señor. No es de los fuertes, no es de los elocuentes, es
del que toma su oportunidad. Enfócate en tu realidad y vívela para el Señor. El ser humano nace con
dos miedos: el de no ser alimentado y no ser cuidado. Pero algunos le tienen
miedo a todo. ¿Cuál es el miedo que te detiene a ti en tu vida? ¿Dónde lo
aprendiste? ¿Cuánto te han detenido tus temores?. Toda nuestra vida debe
enfocarse en hacer bien las cosas, porque Dios no es un Dios que sólo siente.
Nosotros a veces sólo sentimos y no pensamos; dejemos de sentir un poco y
hagamos algo. ¿Cuántos de ustedes pueden decir que alguna vez en la vida han
actuado como ese tercero, que han perdido algo que más de alguna vez
tuvieron? Por eso estás aquí hoy para aprender cómo son las cosas. ¿Cuántos
han aprendido que cuando les han dado una pequeña oportunidad y la han aprovechado
bien, han crecido? Entonces, ya han conocido una ley del Reino, no la violen.
Si ya sabes cómo funciona el Reino, entonces ya sabes cómo conducirte en el
mismo. Dentro de todas las cosas que Dios te da, tal vez no son las que
querías, pero son las que tu tienes. Cuando Dios vea
que aprovechaste esa oportunidad que a tus ojos era pequeña, te dará más. Si el que tenía un
talento hubiera producido uno, el que cinco, lo hubiera escondido y el que
diez, diez, la historia hubiera cambiado. ¿Qué tal si hubiera sido a revés?
Yo conozco gente a la que no le han dado una oportunidad, sino que muchas. No
dejes que la tuya cambie de manos por no apreciarla. Debemos pedirle a Dios
perdón por no aprovechar las oportunidades que nos ha dado. Nos han dado la
vida, la salud y a veces, las desperdiciamos. Debemos cambiar la manera de
actuar. Di: “Señor, perdóname por no
aprovechar correctamente la oportunidad que en la vida se me ha dado. Hoy me
propongo aprovechar cada una de ellas y todas las que vengan. No querré las
que otros tienen, sino que aprovecharé la que yo tengo”. Ministerios Cash Luna www.cashluna.org La diferencia entre una
persona exitosa y otras no es la falta de fortaleza, no es la falta de conocimiento, sino que
generalmente es una falta de deseo y determinación. Vince Lombarda |