En la edición pasada empeza
mos a
analizar los riesgos la
tentes de
esa moda costosa y muchas veces necesaria, la de poseer un teléfono celular.
Hemos expuesto las diversas opiniones de científicos y estudiosos del tema en
Europa con conclusiones aún no definitivas, pero preocupantes.
En esta segunda entrega abordaremos las
experiencias de algunos científicos europeos y norteamericanos que
profundizan o asocian al teléfono celular con el incremento del riesgo a
contraer cáncer cerebral, aunque otros dicen que mejora el rendimiento del
cerebro. Es importante tomar en cuenta
la densidad de la potencia en los teléfonos celulares la que está dada de
acuerdo a normas internacionales sobre el tema. En España por ejemplo, no existe una
normativa, pero adoptan una normativa internacional más restrictiva que
aconseja 0.1 uwcm2/R (un micro voltio por centímetro cuadrado), sin embargo,
la American National Estándar Institute, recomienda que los niveles de
exposición no sobrepasen los 6 uwcm2, mientras que la asociación
internacional de protección de la emisión lo fija en los 0.45 uwcm2, al igual
que el comité europeo para la estandarización electrónica.
Ahora, respecto a que las emisiones puedan causar
tumores cerebrales los científicos son conscientes que los resultados de las
investigaciones son contradictorias.
Durante un experimento llevado a cabo por Allan Perece y sus colegas
de la Universidad de Bristol publicado en el International Journal of
radiation Biology en 1999 colocaron un dispositivo que imitaba a las
radiaciones de microondas emitidas por un teléfono celular en el oído
izquierdo de un grupo de voluntarios.
Contrariamente a otros informes publicados en el año 2000 sobre la
pérdida de memoria, los voluntarios recordaban perfectamente las palabras e
imágenes proyectadas en la pantalla del simulado. Además las radiaciones produjeron un efecto
inesperado: Disminuyeron el tiempo en que los sujetos tardaban en reaccionar
a unas palabras proyectadas en la computadora. Se presiona el botón con mayor rapidez si
el simulador estaba encendido. Esto
obtuvo un 4 por ciento de mejoría.
Este estudio se repitió con dos grupos con los mismos resultados y el
investigador Perece ha dicho que la mejoría en la reacción por las microondas
se debe a que estas aceleran el flujo de señales eléctricas a través de la
zona de la corteza cerebral que conecta las áreas del cerebro implicando en
la visión y el lenguaje. Aunque a
largo plazo las consecuencias no están definidas, el estudio ha descartado
que tengan un efecto inmediato sobre otras habilidades cognoscitivas.
William Ross Dey dirigió otro experimento
alentador en el año 1999. Descubrió
que los ratones expuestos a las microondas durante dos horas al día mostraban
menor susceptibilidad a desarrollar tumores cerebrales cuando se les daba
productos químicos que producen cáncer.
Pero, no solo ha sido imposible reproducir estos resultados en otros
experimentos, sino que es muy difícil tener la certeza sobre ellos ya que las
radiaciones de las microondas pueden interferir cualquier cosa, incluyendo
los electrodos, y los instrumentos del laboratorio y consecuentemente generar
lecturas falsas. Estos experimentos
funcionan en unos laboratorios, pero fallan en otros, dice el oncólogo John
Moulder del hospital de Wisconsin.
Otro estudio hecho en 1996 por la Universidad de Washington en Seattle
mostraron rupturas en el código genético de los cerebros de las ratas
expuestas a las microondas de celulares; sin embargo, este experimento no ha
podido ser repetido.
Pero no todo es oscuridad y miedo, otros
investigadores, están desarrollando desde ya, un material que por innovador
promete eliminar hasta un 90 por ciento de las radiaciones. Se trata de un grupo de científicos de la
Universidad de Hong Kong quienes han asegurado que es un material extremadamente
delgado cuyo costo no pasa de tres dólares.
Por lo tanto no está de más tomar ciertas precauciones para reducir
los riesgos de contraer una rara enfermedad por la sobre exposición, pero ese
tema lo abordaremos en la próxima edición de Revista el Esteliano.
Les saluda
Juan Francisco Tercero
Técnico en Electrónica
Tel. 713 – 3604
Estelí En la
edición pasada empezamos a analizar los riesgos latentes de esa moda costosa
y muchas veces necesaria, la de poseer un teléfono celular. Hemos expuesto
las diversas opiniones de científicos y estudiosos del tema en Europa con
conclusiones aún no definitivas, pero preocupantes.
En
esta segunda entrega abordaremos las experiencias de algunos científicos
europeos y norteamericanos que profundizan o asocian al teléfono celular con
el incremento del riesgo a contraer cáncer cerebral, aunque otros dicen que
mejora el rendimiento del cerebro. Es
importante tomar en cuenta la densidad de la potencia en los teléfonos
celulares la que está dada de acuerdo a normas internacionales sobre el
tema. En España por ejemplo, no existe
una normativa, pero adoptan una normativa internacional más restrictiva que
aconseja 0.1 uwcm2/R (un micro voltio por centímetro cuadrado), sin embargo, la American
National Estándar Institute, recomienda que los niveles de exposición no
sobrepasen los 6 uwcm2, mientras que la asociación internacional de
protección de la emisión lo fija en los 0.45 uwcm2, al igual que el comité
europeo para la estandarización electrónica.
Ahora,
respecto a que las emisiones puedan causar tumores cerebrales los científicos
son conscientes que los resultados de las investigaciones son contradictorias.
Durante un experimento llevado a cabo por Allan
Perece y sus colegas de la
Universidad de Bristol publicado en el International
Journal of radiation Biology en 1999
colocaron un dispositivo que imitaba a las radiaciones de microondas emitidas
por un teléfono celular en el oído izquierdo de un grupo de voluntarios. Contrariamente a otros informes publicados
en el año 2000 sobre la pérdida de memoria, los voluntarios recordaban
perfectamente las palabras e imágenes proyectadas en la pantalla del
simulado. Además las radiaciones
produjeron un efecto inesperado: Disminuyeron el tiempo en que los sujetos
tardaban en reaccionar a unas palabras proyectadas en la computadora. Se presiona el botón con mayor rapidez si
el simulador estaba encendido. Esto
obtuvo un 4 por ciento de mejoría.
Este estudio se repitió con dos grupos con los mismos resultados y el
investigador Perece ha dicho que la mejoría en la reacción por las microondas
se debe a que estas aceleran el flujo de señales eléctricas a través de la
zona de la corteza cerebral que conecta las áreas del cerebro implicando en
la visión y el lenguaje. Aunque a largo
plazo las consecuencias no están definidas, el estudio ha descartado que
tengan un efecto inmediato sobre otras habilidades cognoscitivas.
William
Ross Dey dirigió otro
experimento alentador en el año 1999.
Descubrió que los ratones expuestos a las microondas durante dos horas
al día mostraban menor susceptibilidad a desarrollar tumores cerebrales
cuando se les daba productos químicos que producen cáncer. Pero, no solo ha sido imposible reproducir
estos resultados en otros experimentos, sino que es muy difícil tener la
certeza sobre ellos ya que las radiaciones de las microondas pueden
interferir cualquier cosa, incluyendo los electrodos, y los instrumentos del
laboratorio y consecuentemente generar lecturas falsas. Estos experimentos funcionan en unos
laboratorios, pero fallan en otros, dice el oncólogo John
Moulder del hospital de Wisconsin. Otro estudio hecho en 1996 por la Universidad de
Washington en Seattle mostraron rupturas en el
código genético de los cerebros de las ratas expuestas a las microondas de
celulares; sin embargo, este experimento no ha podido ser repetido.
Pero
no todo es oscuridad y miedo, otros investigadores, están desarrollando desde
ya, un material que por innovador promete eliminar hasta un 90 por ciento de
las radiaciones. Se trata de un grupo
de científicos de la
Universidad de Hong Kong quienes han asegurado que es un material
extremadamente delgado cuyo costo no pasa de tres dólares. Por lo tanto no está de más tomar ciertas
precauciones para reducir los riesgos de contraer una rara enfermedad por la
sobre exposición, pero ese tema lo abordaremos en la próxima edición de
Revista el Esteliano.
Les
saluda
Juan
Francisco Tercero
Técnico
en Electrónica
Tel.
713 – 3604
Estelí
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