NO HAY ATAJOS PARA ALCANZAR EL EXITO

 

 

Cada mañana que tomo el control remoto y navego por los canales de televisión en busca de noticias, descubro muchísima publicidad enfocada a la venta por televisión de novedosos y hasta mágicos productos  –es lo que dicen los spot- que ofrecen el cielo y la tierra –como decimos popularmente-. Los Elixires para adelgazar demuestran a gordas que se transforman en esbeltísimas modelos, cuyas cinturas evocan las más bellas musas; mientras el anuncio enfatiza: “todo esto sin difíciles dietas y sin esos duros ejercicios que lo atormentan”.

Entonces también llegan a mi mente las imágenes de la oferta política en el mercado de los votos; que ofrece las riquezas fáciles, las exoneraciones, los servicios gratuitos, empleos bien pagados pero con poco trabajo, vacaciones toda la semana santa, puentes vacacionales en los días festivos, el poder de los obreros –y todo aquello que algunos llaman populismo y otros demagogia-.    

Y me pregunto –desconcertado- en tanto cambio de canal. ¿Por qué creemos en ésto? ¿Será que nos gusta, que nos engañen? O talvez, somos –no todos- aquellos que buscan atajos para no esforzarse, que apuestan la prosperidad al destino y a la suerte; aunque por medio siglo hayamos comprado la lotería, soñando con el millonario que nunca seremos. Algunos hasta rezan; y muchos cristianos oran –sin hacer esfuerzos- para que un milagro pague sus deudas y los convierta en personas de éxito, pensando que al abrir los ojos serán ricos, olvidando que actitudes como esas son abominables a los ojos de Dios.  -Josué, 1:9 dice, - Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas-. Dios mismo hace énfasis en el esfuerzo y el valor.

Por eso, muchas personas, cuando despiertan sabiendo que los sueños y milagros –sin esfuerzo- nunca llegarán, culpan a los demás, pregonando que fueron victimas del engaño y que los elixires de la vida no sirvieron a su propósito, declaran a la prensa que los políticos son mentiros, se golpean el pecho diciendo que han perdido la unción, o comentan que el gobierno no ayuda a los pobres, argumentando que por todo eso –o sea ellos tienen la culpa- estamos gordos, pobres, que no pudimos graduarnos en la carrera soñada, y perdimos el curso sabatino, etc. Pareciera que culpar a otros aliviana la carga del fracaso, en vez de tomar las riendas de su vida con una mejor actitud.

De esta manera se cierra el círculo vicioso del fracaso, que comenzó con el camino más fácil, soñando con milagros imposibles, creyendo en la publicidad fácil y en la demagogia política; y finalizando echándoles la culpa a otros…. Pero la verdad es que usted es el único responsable de su propio fracaso o de su éxito.

Por esto, usted debe saber que el éxito se alcanza cuando dejamos los atajos y tomamos los caminos correctos, aunque sean más difíciles. Marie Curie –premio Novel de física- en cierta ocasión dijo: “La vida no es fácil para ninguno de nosotros, pero, ¿qué importa eso? Tenemos que tener perseverancia y sobre todo confianza en nosotros mismos. Tenemos que creer que estamos dotados para algo y que eso tiene que lograrse.

Amigos, el éxito tiene su precio, si no está dispuesto a pagarlo, usted será un fracasado. Piénsela bien.

 

Ing. Juan Leonardo Chow

Gerente, SEJICSA

Tel # 713-2164