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Las dificultades que se le presentan a una persona durante su
niñez, el deseo de ser independiente y valerse por sí misma, son el impulso
para llegar a superarse en los diferentes ámbitos de la vida. Una de esas
niñas trabajadoras pobres, humildes pero emprendedoras es la Señora Yadira
del Rosario Rivera Vallejos; originaria de Jinotega
de una familia humilde de pocos recursos económicos pero visionaria y
emprendedora. Creció junto a sus hermanos y padres que supieron educarla e
inculcarle valores morales y espirituales de los que hoy se siente orgullosa
de haber adquirido. Su madre siempre aconsejó a ella y a sus hermanos a que
estudiaran y se superaran. Siguiendo su ejemplo trata cada día de ser como
madre lo mejor que puede, dándoles amor y comprensión a sus hijos.
Llegó a Estelí hace treinta y seis años, desde entonces con
mucho sacrificio, perseverancia y dedicación ha logrado crecer como
comerciante. Trabajó en la Empresa Minorista Regional (EMIR) como
secretaria durante dos años, luego con sus ahorros, su liquidación y en la
casa que su mamá le regaló decide instalar la pulpería “Yady”
con la ayuda de algunos proveedores que le facilitaron crédito y préstamo de
una vecina, fue progresando hasta llegar a ser como una miscelánea. Pero
atenderla requería demasiadas horas de trabajo y no tenía tiempo para sus
hijos, entonces decide comenzar un negocio que trabajara menos horas. Sin
embargo, al principio, viendo que con la distribuidora no ganaba igual que
con la pulpería en la que sus porcentajes de ganancias bajaban cada vez, tuvo
momentos que pensó desistir del negocio; pero vecinos, amigos y
familiares la animaron a continuar.
Estudió la carrera de
Anestesia en el Politécnico de la
Salud (Polisal) en Managua. En
ese entonces compraba en el mercado oriental y vendía su mercadería en la
cuidad de Estelí. No concluyó su carrera por temor a que en sus manos muriera
algún paciente y decidió dedicarse al negocio, al que tiempo después se
convirtió en Surtidora El Oriental. Algunas anécdotas que recuerda esta
emprendedora cuando era niña: -Mi primer par de aretes que me puse los compré
con mi propio dinero y en una ocasión para darle el regalo a mi mamá en el
día de la madres, saliendo de la escuela miré que en la basura de unas
personas muy acomodadas estaban unos zapatos pasados de moda, pero en buen
estado, me los llevé a mi casa, se los
vendí a una señora y con el dinero le compré el regalo-. Yadira asegura
que todo su triunfo se lo debe a Dios que sin él no estuviera donde está
hoy. Actualmente cuenta con una
distribuidora en la que ha mejorado su infraestructura, ampliando espacio y
aumentando la cantidad y variedad de productos que ofrece, ya que vende al
por mayor y al detalle a tiendas, pulperías y personas particulares; emplea a
un aproximado de cinco personas las que aumenta en ciertas temporadas;
gracias una buena administración de su parte y financiamiento del banco.
Sus metas en su negocio son mantenerlo activo para heredarlo a
sus hijos, aumentar la oferta de productos y de esa forma seguir generando
más empleo. Para mantener su clientela trata que los precios sean bajos, excelente atención,
además de la buena administración y publicidad que constantemente hace. Está
muy satisfecha con el progreso de su negocio, disfruta de sus hijos y está dispuesta a continuar cumpliendo con
sus metas.
Sabe que detrás de su triunfo vienen otros más y aconseja a
las personas adultas que apoyen a los niños que trabajan, que cooperen con algún regalito, apadrinándolos, buscar
la manera como aliviar un poco su pobreza. A los padres que estén al
pendiente de lo que hacen sus hijos. En todo caso los padres son los de la
obligación y deben procurar no imponerles un trabajo, son muy indefensos y
pueden sufrir graves consecuencias.
Por la ocasión del mes de las madres desea que la pasen feliz hoy y siempre,
que busquen la ayuda de Dios para alcanzar sus metas y guiar a sus hijos por
el camino correcto y sobre todo trabajar por el bien de ellos.
Todos los triunfos nacen cuando nos atrevemos a comenzar
y el gran secreto del éxito es estar
preparado cuando llega la oportunidad.
Revista El Esteliano.
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