LOS SIETE HABITOS DE EMPEZAR CON UN FIN EN MENTE |
•Empezar hoy con la imagen, el cuadro, el paradigma de vida,
como marco de referencia o criterio para el examen de todas las otras
cosas. Teniendo el fin, usted puede
asegurarse de que lo que haga siempre este de acuerdo con los criterios que
ha definido como importantes y cada día contribuya de modo significativo a la
visión que usted tiene de su vida como un todo. •Comenzar con una clara comprensión de su destino. Saber
donde se esta dirigiendo, de modo que se pueda comprender donde se esta y dar
siempre los pasos adecuados en la dirección correcta. • Nos habla de la
trampa de la actividad, donde se asciende por la escalera del éxito y se
descubre años después la escalera estaba en la pared equivocada, se puede
estar muy atareado, sin ser efectivo. •Todas las cosas se crean dos veces: Siempre hay una
creación mental y luego su creación física. • En el caso de una
empresa, si queremos tener éxito, se debe definir lo que se esta tratando de
lograr, se piensa cuidadosamente el producto o servicio que se quiere
proveer, fijándose un objetivo en el mercado y después organiza todos los
elementos para dar en el blanco. •Si comprendemos y aceptamos este principio actuaremos
dentro de los límites de nuestro círculo de influencia y lo ampliaremos y si
no lo hacemos reduciremos este círculo. •El segundo hábito se basa en principios de liderazgo
personal, lo que significa que el liderazgo es la primera creación. • Liderazgo no es
administración. La administración es la segunda creación (3er hábito). Pero
el liderazgo va primero. •Hay que rescribir el guión, conviértase en el primer
creador •La pro actividad se basa en la autoconciencia, los dos
privilegios humanos adicionales que nos permiten aumentar nuestra pro
actividad y nuestro liderazgo personal son la imaginación y la conciencia
moral. •Empezar con un fin en mente significa empezar cada día
teniendo los valores firmemente presentes. Entonces cuando aparezcan los
problemas, los desafíos, podré tomar mis decisiones basándome en esos
valores. Puedo actuar con integridad. No me veo obligado a reaccionar ante
las circunstancias, guiado por emociones momentáneas, puedo ser
verdaderamente pro activo, verme impulsado por mis valores que ya están
definidos. • Misión personal: Se centra en lo que uno
quiere ser (carácter) y hacer (aportaciones y logros) y en los valores o
principios que dan fundamento al ser y al hacer. Es una base para tomar
decisiones importantes. • Las personas no pueden vivir en el cambio
si en su interior no persiste un núcleo invariable. Debemos estar en el centro: para escribir
un enunciado de la misión personal. • Tenemos que empezar en el centro mismo de
nuestro círculo de influencia, ese centro compuesto por nuestros paradigmas
más básicos, la lente a través de la cual vemos el mundo. • Allí aplicamos
nuestra autocon-ciencia para examinar nuestros
mapas y si valoramos los principios correctos, aseguramos que esos mapas
describan con exactitud el territorio, nos ayuda a determinar nuestros
talentos singulares y nuestras propias áreas de contribución. Allí usamos
nuestra imaginación con el objeto de crear mentalmente el fin que deseamos. • Es también allí donde nuestros esfuerzos
concentrados logran ampliar nuestro círculo de influencia. Lo que haya en
nuestro centro, será la fuente de nuestra seguridad, sabiduría, guía y poder Seguridad:
Representa nuestro sentido de la valía, nuestra identidad, nuestra base
emocional, autoestima, nuestra fuerza personal básica. Guía: La fuente de
dirección en la vida, nuestro marco de referencia interno que nos interpreta
lo que sucede afuera, está las normas, principios o criterios implícitos que
DIA tras DIA gobierna nuestra acciones y decisiones. Sabiduría: Nuestra
perspectiva de la vida, mi sentido de equilibrio, nuestra comprensión del
modo como se aplican los diversos principios y partes. Abarca el juicio, el
discernimiento, la comprensión. Poder: Capacidad o
facultad de actuar, la fuerza y potencia de realizar algo. es
la energía vital para elegir y decidir. incluye la
capacidad para despegarse de hábitos profundamente enraizados Y cultivar
otros superiores mas efectivos. Los cuatro factores
son interdepen-dientes: La seguridad y la guía
otorgan verdadera sabiduría y esta trae la energía, el poder. Ellas dan
origen a la fuerza de una personalidad noble, un carácter equilibrado y un
ser humano hermosamente integrado. Al centrar nuestra vida en principios,
creamos una base sólida para el desarrollo de los cuatro factores
sustentadores de la vida. El liderazgo
personal no consiste en una sola experiencia. No empieza o termina con el
enunciado de la misión personal. se trata de un
proceso que consiste en mantener en mente la propia visión y los propios
valores. Y en Organizar la vida para
que sea congruente con las cosas mas importantes de la vida. Jonny Martínez www.liderazgoymercadeo.com |