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EL PODER QUE SE BASA EN EL TEMOR DESTRUYE EL
VERDADERO LIDERAZGO * LA FORMULA DE CHANTAJE A LOS POBRES |
No podía comprender lo que pasaba
ante mis ojos, era imposible que en una congregación religiosa se utilizaran
los mismos métodos de control, basados en el temor que comúnmente utilizan
las organizaciones políticas en nuestro país. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué
surgían líderes manipuladores de la mente y del espíritu? Peor aún, pareciera
que dicho estilo se propaga y toma fuerza en nuestra sociedad, pasando de las
esferas políticas a las religiosas y llegando hasta las organizaciones
empresariales. -¿Porqué?- ¿Acaso la sociedad nicaragüense presta las
condiciones para que esto ocurra, casi en cualquier organización?. Es conocida la crisis económica que
azota el país desde la década de los 80´s hasta
nuestros días. La falta de empleo, y oportunidades de desarrollo social han
limitado a la población a acostumbrase a satisfacer sus necesidades más
básicas, lo que a su vez ha llevado a pensar que tener los recursos –dinero-
es la meta final en la vida; y que para lograr esta meta debe aplicarse
cualquier estrategia, cualquier medio, sin importar cuales son los límites de
la moral. Por esto, vemos a menudo que muchas familias se dividen, sin
pensarlo. Pues creen que viajar a Estados Unidos, Costa Rica o últimamente
España, traerá el dinero que –piensan
ellos- es la meta final de la vida. No
importa en que trabajen, lo que importa es el dinero. En el interior del país, pasa
igual; la oferta de un puesto de trabajo en un país con altísima tasa de
desempleo es como ganarse la lotería, y la ilusión de tenerlo se presta a la
manipulación de la persona, que es el método que usan líderes maliciosos y
sin escrúpulos, enfocados en el lucro o culto a su personalidad. El que
necesita el empleo piensa que el dinero es la meta final de su vida; y que
alguien se la ofrezca es un milagro que no puede desperdiciar y debe
alcanzarlo a cualquier costo. Esto da paso a frases muy populares que
reflejan la conducta actual de muchos nicaragüenses: “El hombre me consiguió
la chamba”, “a ese diputado lo cañonearon -le dieron dinero por su voto-”,
“este profeta está lleno de unción”, etc. En resumen, la pobreza, la falta de
esperanza y las necesidades humanas inmediatas de los ciudadanos, es la
condición para que surjan seudo-líderes manipuladores, que en vez de crear
mercados de productos, crean mercados de ilusiones. Muchos líderes religiosos
en sus mensajes manipuladores, hacen parecer a los fieles que los milagros
para la prosperidad económica se compran, con algo que ellos llaman siembra,
sin importar que muchas personas entregan lo que no tienen, sólo con la
esperanza de tener algo más de dinero. Esta es una manipulación odiosa. Los
milagros no se compran. El sólo echo de tener salud y haber nacido es un gran
milagro. Ver los colores del cielo, del mar, de las montañas, es en sí un
gran milagro, dado sin precio por el creador. Si se trata de pagar, recuerde
que ya Cristo pagó por nuestros pecados. Mientras algunos religiosos ofrecen
milagros y esperanza, los políticos ofrecen trabajo y seguridad – recuerden
los discursos de campañas políticas- con estas promesas manipulan al pueblo,
lo que se basa en el temor a perder privilegios en aquellos mas allegados a
los líderes o caudillos; pues si no sigue la línea autocrática se purga de
las filas del partido y esto lo llevará al desempleo, “quien no se atemoriza
por esto en Nicaragua”. Hemos vistos episodios donde a conocidos políticos le
quitan la militancia de un partido – que miedo da esto-. También vemos cuando
un líder autócrata le quita la unción política a un correligionario, quien por
un dedazo deja de ser diputado o magistrado. Todos, desde el que se va mojado,
el cristiano que siembra para alcanzar un milagro, hasta el político o
funcionario, tienen la misma conducta, que funciona por chantaje o por temor;
temor a perder o no alcanzar lo que creemos es la meta final, “El dinero”,
olvidando que la vida es más que dinero. Que necesitamos hacer arte,
escribir, soñar, educarnos. Mat 4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios. En este escenario, ni la conducta
de los miembros de un grupo, ni la actitud chantajista, atemorizante del que
ostenta el poder, conducen a un auténtico liderazgo, que fomente la
innovación, la unidad del grupo, el trabajo en equipo e inspire confianza.
Como dice Jim Mellado, “el liderazgo es la expresión de valentía que impulsa
a la gente a hacer lo correcto”. Por el contrario el poder autoritario
conduce a la desconfianza –conocida en nuestro medio como serruchadera
de piso- y a la división. Los efectos negativos del liderazgo
autoritario a nivel de las organizaciones son notorias;
los grupos no crecen en cantidad debido a la división permanente por causa de
ideas y pensamientos excluyentes y fanáticos. A nivel de país es imposible crear
una nación unida con metas comunes y firmes, más bien se partidarizan
las instituciones con la consecuente división del mismo estado. En nuestro
país frecuentemente vivimos las llamadas crisis institucionales, las que
reflejan los efectos destructivos de tal estilo de liderazgo. Necesitamos que las organizaciones
políticas, religiosas, empresariales y sociales sean creadoras, incluyentes
que inspiren unidad y confianza; esto sin lugar a dudas es una condición
necesaria para tomar la ruta del desarrollo. Por esto, todos necesitamos
cambiar, creer que hay algo mas que las necesidades
básicas, que hay aspiraciones más allá del dinero. Con esta perspectiva se
limitará el surgimiento de líderes autócratas, déspotas, oportunistas que
viven de la miseria humana y subyugan a la sociedad entera a base de temor. Veamos el futuro sin temor, en medio de la nada aún hay oportunidades. Son los líderes autoritarios los que predican que no hay oportunidades; y en todo caso sólo ellos te pueden dar esa oportunidad que buscas, o ese milagro que necesitas. Alto a los engaños y mentira de los jefes autoritarios de cualquier nivel. Ing. Juan Leonardo Chow SEJICSA Telefax # 00505 713 2164. |