CEMENTERIO SAN FRANCISCO DE ASIS

Reseña  Histórica

 

Monumento más valioso.

"Un Salto a la Eternidad"

Federico Torres Rodríguez y Hortensia Rodríguez de Torres

Continuando con nuestra labor de ir rescatando la historia esteliana, vamos a presentar una síntesis de la historia del Camposanto de Estelí, haciendo un breve recorrido de los lugares donde se enterraron nuestros antepasados. En el período comprendido entre 1685 y 1823, se desconoce donde estaba ubicado el cementerio de la Villa de Estelí, solamente se encuentra documentado el hallazgo de nueve esqueletos humanos encontrados entre las ruinas del Templo de Villa Vieja “cuyas extremidades óseas de las manos conservaban crucifijos de oro y rosarios de finas piedras, que deben haber correspondido a personas españolas o ladinas de alguna importancia económica y social en la desaparecida Villa”.

 

Luego del traslado en 1823 de la Villa de Estelí, a su asiento actual en el sitio de la Guaruma, no se tiene referencias históricas exactas sobre la ubicación del cementerio, en ese tiempo. La memoria colectiva afirma, que el camposanto de la antigua Villa estuvo ubicado, en el lugar que actualmente ocupa los edificios de la Tienda Mil Colores y sus alrededores. Dicen personas que viven actualmente en el lugar, que cuando estaban excavando pozos y letrinas encontraron restos humanos. Estas afirmaciones se corresponde con el hecho que en el lugar donde actualmente está ubicado “El Cementerio San Francisco” no se encuentran tumbas de años más allá de 1870.

 

Hoy con menos de 150 años de recibir los restos mortales de los estelianos el actual cementerio, a punto de agotar su capacidad, hacemos estas remembranzas en homenaje al día de los fieles difuntos; recordando que en el pasado producto del fanatismo religioso que se vivió no siempre fue posible que los restos mortales de todas las personas se enterraran en el camposanto. Así hasta 1893 y aún después, cuando la iglesia tenía bajo su control a los cementerios no se permitía que las mujeres en estado de mancebía, se enterraran en el cementerio y sus restos mortales amarrados a la cola de un caballo eran botados en las afueras de los pueblos y sus parientes y familiares a hurtadillas enterraban los restos para evitar que los devoraran las aves rapiñas. Igual sucedía con las personas que profesaban otras creencias  distintas a las que predominaban en la época como sucedió con la señora Margaret Seymour, muerta a pedradas por fanáticos religiosos en 1891 y de Clarence T. Rodley ambos pastores protestante, quienes fueron enterrados fuera de los predios del cementerio. La tumba de este último estuvo ubicada 1 cuadra  al sur del “Puente de hierro” y hoy sus restos mortales yacen en el cementerio.

 

Queremos destacar dos aspectos puntuales de este cementerio: a) La tumba más antigua, que es la de Don José Rodríguez y Doña Genoveva Molina –fundadores de la ciudad de Estelí-, padres de Don Juan Bruno Molina y b) El mausoleo más valioso que pertenece  a Don Federico Tórrez Molina, construido con mármol de Carrara (Italia), por Giorggio Pascualinni. Este monumento se llama "Un Salto a la Eternidad" y ganó en 1998 un certamen en Milán. Se encuentra ubicado propiamente en la entrada del cementerio a mano derecha.

 

Para concluir este esfuerzo,  recordaremos a algunos ilustres personajes que duermen el sueño eterno en el cementerio San Francisco: El maestro de generaciones Sotero Rodríguez y su esposa María Rosales, profesor Andrés Ruíz Palacios, y maestra María Llanes Rodríguez, el general Ramón Téllez que participó en la guerra de 1927. Los patriotas: Filemón Rivera y José Benito Escobar miembros de la Dirección Nacional del FSLN, el poeta guerrillero Leonel Rugama y el legendario Francisco Rivera “El Zorro”. Don Paulino Castellón, Don José Floripe Valdivia, Don Napoleón Rodríguez, Don José María Briones, Don Cruz Gámez, Doctor Tulio Torres y otros. Extranjeros que sentaron las bases del comercio esteliano como: Don Basilio Sabany A y Mr. Henry Cloth, los periodistas: René Barrantes Gutiérrez, Bernardino Rodríguez y Adolfo Olivas, el poeta Ciro Molina y el cantautor Doroteo Flores. En esta pléyade de personalidades que duermen el sueño eterno recordamos a Sor Providencia, fundadora del Colegio Nuestra Señora del Rosario, y los maestros constructores- Wenceslao y Fernando González y el maestro Aníbal Hernández Lanuza.

 

Prof. Jaime Herrera Chavarría

Investigador y escritor esteliano.