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¿QUÉ ASPECTOS CONSIDERA USTED QUE AFECTAN MÁS A LOS JOVENES? 2da Parte |
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En el capítulo anterior les compartí acerca de las drogas, hoy me gustaría profundizar este tema y abordar algunos indica-dores y estrategias, que le sean útiles para la prevención de este flagelo.
Los signos de alarma más detectables, si se aprende a indagar y a escuchar acerca de ellos, son los que se manifiestan en los aspectos comportamentales y de las funciones relacionadas con la capacidad de estudiar, trabajar y de sostener adecuadas relaciones, ya sea con sus padres y adultos. Los Tutores deben prestar especial atención a los descensos en el rendimiento escolar o laboral de sus hijos, así como explorar las características del grupo de amigos/as. Un indicador de riesgo, y un factor de complicación, es la falta de amigos que no estén abusando de alcohol u otras drogas. Es decir la dificultad para tener amigos más sanos.
Es importante hacer un seguimiento de la asistencia a la escuela, porque muchos faltan a sus actividades por consumir sustancias o por haber abusado de éstas. En nuestro medio, el tabaco y el alcohol, por hablar de adicciones aceptadas, su consumo regular e importante, es también un signo de alarma. Así como la ingestión frecuente de psicotrópicos entre estimulantes tipo anfetaminas.
La familia juega un papel vital en todo este proceso, con su diversidad de funciones, cada una con propósitos diferentes, establece en el sujeto conexiones que permiten edificar un ser pensante, constructivo, con iniciativa, con capacidades de establecer relaciones solidarias, independiente, capaz de decidir de forma lógica e inteligente su modus vivendus, en fin hay una congruencia realista entre lo que se desea ser y lo que se puede ser, conforme a sus potencialidades y sus debilidades.
Sin embargo el tratamiento negativo, inoportuno, ineficaz, y sobretodo sin afectos positivos como el amor, la armonía, seguridad, protección, dirección, etc., durante el curso del desarrollo de la personalidad -niñez, adolescencia, juventud, etc.-, favorecen que estas no se desarrollen adecuadamente y traigan muchos conflictos sumados a los propios del proceso, lo que trae más dificultades en la adaptación del sujeto a los cambios dinámicos y constantes en su aprendizaje. Se pueden encontrar alteraciones emocionales o acentuarse los factores de riesgo o la predisposición para el uso o abuso de sustancias.
Otro factor que hay que tener en cuenta es el mito de la inocuidad, pues muchos adolescentes se inician en esto solo para probar; se dicen que lo dejarán o se fían de quienes afirman que,- sin abusar- los efectos no existen. Falso, esta comprobado que el uso de cualquier tipo de droga produce un efecto debilitante en la voluntad del joven y si no genera dependencia o efectos muy perjudiciales lo que hace es abrir camino hacia otro tipo de drogadicción más peligrosa.
Es importante, recalcar que entre más temprano los muchachos/as, tengan contacto con las drogas, mayores son las probabilidades de que se instale el abuso de sustancias, la dependencia o adicción. Por ejemplo, el tiempo de la instalación de la dependencia que tiende a variar de acuerdo no solamente con las predisposiciones personales, sino también con las distintas sustancias, es en promedio de 5 años de abuso contínuo; es decir, que si comienza a los 12 años, a los 16 o 17 años será un dependiente.
A todo esto, se suma la disponibilidad que tienen los jóvenes a adquirir las sustancias, la mayor autonomía física, sin la correspondiente estabilidad emocional, y el menor control de los progenitores, todo lo anterior potencia o adicionan el incremento significativo de jóvenes que no solo se intoxican y abusan de las sustancias sino que dependen de estas.
Se necesita una dosis considerable de humanidad para estar consciente del daño del abuso de sustancias, por eso acércate a tus hijos antes de que las drogas lo hagan por vos.
Dra. Déborah Flores Acuña Psicóloga Clínica. Tel. # 8312720 |