Es conocida en general como
Hepatitis Infecciosa Canina (HIC), esta enfermedad fue llamada así por
antiguos investigadores que descubrieron hígados infectados en los perros
que ellos estudiaban, aunque más tarde se hallaron riñones dañados como una
característica más congruente de esta enfermedad.
Durante años, la HIC, y otros organismos
que infectan a los perros fueron llamados moquillo. Cuando la sola vacuna
contra el moquillo no fue eficaz porque no podía proteger contra organismos
invisibles desconocidos adicionales, se culpó a la vacuna contra el
moquillo en vez de culpar la falta de conocimiento en aquel momento.
Se halló que el virus de la HIC era diferente al virus
del moquillo, aunque como ya se ha dicho, podía presentarse al mismo
tiempo, antes o después del moquillo, este virus es diferente del de los
humanos, por lo tanto, no es una zoonosis o sea no se trasmite a los
seres humanos. Es una enfermedad difícil de diagnosticar, incluso para los
profesionales experimentados, por ello si se sospecha la enfermedad,
deben de auxiliarse de otras técnicas especiales como palpación, ecografía,
radiografías, examen bioquí+-mico funcional, etc.
El contagio se produce por el
contacto directo con animales enfermos que eliminan el virus con las
excreciones y secreciones corporales, sobre todo por la orina, en donde se
pueden encontrar virus, hasta 6-9 meses post-infección. También se pueden
contagiar por contacto indirecto con objetos contaminados (fomites), incluyendo objetos para la alimentación y las
manos. Los ectoparásitos pueden alojar el virus, por lo cual pueden participar
en la transmisión del virus.
La exposición es oronasal y el virus se localiza al inicio en las
amígdalas de donde se disemina a los ganglios linfáticos antes de llegar a
la sangre. La viremia dura de 4
a 8 días favoreciendo la diseminación rápida hacia
otros tejidos y secreciones, incluso saliva, orina y heces.
Estando contenido en las
secreciones del cuerpo, en especial la orina, las heces y la saliva, este
virus entra de costumbre en el cuerpo de un perro susceptible, por vía
oral. Tres o cuatro días después se presentará una temperatura elevada, se
le enrojecerán los ojos y si la infección es grave, el perro dejará de
comer y puede entrar en coma. De seis a diez días después de la infección,
el perro muere o tiene una rápida recuperación.
Después de sufrir la
enfermedad, algunos perros muestran una afección de los ojos característica
con edema de córnea bilateral, conocido como ojo azul. La cuarta parte de
los perros afectados por esta enfermedad, presentan una opacidad
transitoria de córnea (queratitis intersticial), que puede degenerar en
úlceras cornéales.
Después de que la HIC fue aceptada como una
enfermedad viral distinta al moquillo, comenzó la labor de descubrimiento
de una vacuna para prevenirla. Se combinaron en una sola, las vacunas contra
la HIC y
contra el moquillo; hoy también se combinan con componentes leptospirales.El agente etiológico de la hepatitis
infecciosa canina, es el Adenovirus Canino tipo
I. Los síntomas de la hepatitis infecciosa canina, no son síntomas
característicos de esta enfermedad por lo tanto, muy frecuentemente pueden
confundirse con los síntomas de otras enfermedades infectocontagiosas como
el moquillo canino, la toxoplasmosis, la leptospirosis y la rabia. Esta enfermedad puede afectar
a perros de todas las edades.
En la enfermedad sobreaguda,
los perros mueren a las pocas horas y con frecuencia los dueños piensan que
se debe a un envenenamiento.
Los animales afectados
presentan: decaimiento, falta de apetito, fiebre, dolor abdominal,
conjuntivitis, temblores, convulsiones, paresias, vómitos, diarrea a veces
sanguinolenta, fiebre, anorexia. También se observa catarro con
conjuntivitis y secreción ocular y nasal. Con frecuencia hay edema
subcutáneo de la cabeza, cuello y partes dístales de los miembros. En perros
muy graves hay hipersensibilidad abdominal y hepatomegalia
(agrandamiento del hígado).
El tratamiento de esta
enfermedad es sintomático, ya que no hay ningún tratamiento efectivo frente
al Adenovirus tipo I, (rehidratación, vitaminas,
protectores hepáticos, antibióticos de amplio espectro, elevadores de las
defensas y una dieta baja en proteínas).
La profilaxis de esta
enfermedad se logra con la vacunación de los animales de todas las edades,
la vacuna contra hepatitis infecciosa canina viene combinada con la vacuna
contra el moquillo y otras (vacunas polivalentes).
Se debe vacunar a partir de
las 6 - 8 semanas de edad con refuerzo a 21 días y revacunación
anual.
Dr. Alejandro Briones R.
Veterinaria Las Mascotas.
Tel: 00505 714-1036
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