SÍ A UNA VIDA CON DIRECCIÓN |
||
El sentir individual y único de un embarazo, muchas veces está determinado
por el tipo de carácter que tengamos, ya que cada árbol se conoce por su
fruto; “por sus frutos lo conoceréis (Mateo 7:16)”. También están en juego
otros factores, pero la esencia está en la calidad humana, en el tesoro que
llevamos dentro; antes de la madre está el ser humano, la mujer y con ella su
propia historia que la convierte en ser y hacer, su manifestación
sociocultural, familiar y psicológica reflejada como algo intangible. Es por estas razones, que las madrecitas jugamos un papel tan
importante en la búsqueda de una generación emocionalmente alfabetizada, con
el fin de mejorar la convivencia de nuestra sociedad; para que esté compuesta
por gentes valientes, aguerridas con sus desafíos, perseverantes, luchadores,
con mucha energía y capacidad de transformar, solidarios, tolerantes,
fraternos, sensibles a lo que acontece a su alrededor, con grandes virtudes
de compartir, de procurar la justicia imparcial, de respeto convertido en acción de los deberes y
derechos, en fin una sociedad noble realmente civilizada. Todo lo anterior, constituye formas de conductas cuyo aprendizaje se
dan en el hogar, en esa íntima relación que establecemos con nuestros
infantes desde el momento de su fecundación. Esta es nuestra responsabilidad. Por esto considere, usted mujer que tiene su relación de pareja, y
aunque fuese por un rato, sabe que ese contacto sexual podría procrear a un
nuevo ser; ¿lo desea y está preparada para tal eventualidad desde todo los
puntos de vista?. A partir de ese momento hay una
gran responsabilidad en cuanto a la decisión a tomar, lo que es válido
incluso para casos de adopción. El asunto no es nada más por satisfacer un
deseo de maternidad, o por conservar o amarrar a un hombre (término muy nica), o por que no cumplimos a cavalidad
con el método de planificación familiar y salió repentinamente o bien ningún
método no va con la religión que profeso… !No!. ¡Todo esto ya no importa!, desde el momento que tiene una relación
sexual sin protegerse, el embarazo es
una probabilidad, y si no es este su fin, es mejor que empiece a considerar
una sexualidad responsable, especialmente aquellas adolescentes que
decidieron escuchar al novio, con la famosa prueba de amor que sigue vigente
pese a la era cibernética. Escuchen jovencitas….Ustedes pueden esconderlo -relación sexual- a sus
familiares, pero no a su propio cuerpo, ¿es mejor que no se engañen?, sea
prudente, evite consecuencias como un embarazo no deseado, recordemos que
esto formará parte de la historia, y será especialmente duro para aquellos
progenitores con actitudes irresponsables, frente al rol de madre. Recuerden. Es mejor ser madre
por convicción y conciencia; que madre por accidente. El camino por recorrer
es largo y cansará, hay que estar preparado. Por esto, ayuda mucho una
actitud madura y amorosa, especialmente si es elegida libremente para servir a ese nuestro
principal rol –ser madres-. Por tanto, con la convicción de ser madres edifiquemos hogares con
pilares fuertes, fundada sobre la roca para que la inundación no la derrumbe;
-entendiéndose hogar la que está compuesta por la unión de un fuerte lazo
emocional de convivencia- y no ese patrón irreal de padre, madre, hijos,
hijas, mascotas etc. que conforma una familia –ideal-, que muchas veces sólo
funciona como un requisito social, pero que en el interior está más dividida
que cualquier otra conformación social. Es triste que se insista en este
modelo, aunque sus integrantes estén profundamente amargados, necesitados de
afectos genuinos, con muchos conflictos sin resolver. Quizás por esta razón, sea necesario realizar de forma masiva,
promociones orientadas a una escuela de padres y madres que le den
herramientas para poder ejercer su rol, ya que nadie asiste a una escuela
para aprender a ser padre o madre, todo queda como un supuesto. Algunas cosas que deben aprender los padres y madres a lo inmediato,
es que los jóvenes tienen relaciones prematri-moniales con mayor frecuencia de las que creemos;
entonces ¿porqué fingir que no pasa?, en vez de hablar del asunto con ellas y ellos. No sólo para prevenir
embarazos no deseados o abortos, sino también la muerte, ya sea por un aborto
o por un SIDA. Siempre lo ideal es mejorar la comunicación, transmitiendo la
importancia de tomar decisiones maduras no por seguidores o por que Papá no
está en casa. Simplemente saber decir no cuando es un NO. Dra. Deborah Acuña Psicóloga Clínica. Tel: |