Originaria de Estelí, nació un veintiocho de
mayo de 1918. La
Doctora Graciela González Molina se caracteriza por ser una
mujer humilde e intelectual que ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a
la sociedad esteliana.
Estudió su secundaria en el colegio La Divina Pastora de
Diriamba, Escribió y dirigió su primera obra de
teatro “El Bazar de las Muñecas”. Y otros cuentos cortos, siendo en ese
momento la mejor de su producción literaria. En 1950 publica la novela “Carne
y Alma” que se refiere al conflicto de un amor físico contra un amor
espiritual. A la vez trabaja la novela titulada “Señora Presidenta”, que
continúa la historia de la anterior. Trabajó como bibliotecaria de la Universidad Central
de Nicaragua, relacionándose al periodismo en
secciones literarias de revistas y periódicos nacionales, donde
conoció a distinguidos periodistas salvadoreños y guatemaltecos, quienes la
ayudaron ampliar su calidad profesional.
Fue la primera mujer periodista de
Nicaragua, conductora, guionista y editora de un programa cultural que
transmitía por radio “La Voz
de América Central”, propiedad del
señor Rodolfo Sengelman de origen Alemán. Toda su
trascendencia la señalan como una de las iniciadoras del Movimiento Literario
Femenino, que en la década de los cuarenta alcanzó su mayor auge,
reafirmándose al aparecer su novela “Vendo mi Vida”. Obra con la que
participó en el concurso nacional de literatura “Rubén Darío”, publicándose
en 1944, donde narra las tradiciones y costumbres de Estelí de los años
treinta y cuarenta, obteniendo gran aceptación en los intelectuales,
académicos y profesionales de Nicaragua.
Esta ilustre esteliana, digna representante
de la mujer, se ha destacado en diferentes actividades en la sociedad a nivel
nacional e internacional: Estudió Derecho en la Universidad Central
de Nicaragua, Bibliotecología en la Universidad de Michigan
(Estados Unidos), Derecho Internacional en MCGILL University.
En 1946 es nombrada subdirectora de la biblioteca de la Organización de
Aviación Civil Internacional, época en que editó la Revista de la Organización de
Naciones Unidas para la
Industria y el Desarrollo (ONUDI). En 1952 se traslada a
Viena (Austria), como Consultora de un Centro de Documentación e información
de la ONU.
Estando en ese país, a solicitud del Sha de Irán, viaja a Teherán, para dar una consultoría
sobre Informática y Documentación al Ministerio de Finanzas. Período en que
se conoce con el funcionario de Naciones Unidas Mansour
Ali Faridi Sultán Hamatan,
con el que contrae matrimonio. Por sus múltiples responsabilidades
profesionales y por motivo de su trabajo viajó por diferentes países del
mundo como: Líbano, Beirut, Francia, Sudamérica, América Latina, El Caribe,
Kuwait, entre otros. En 1980 se jubila y regresa a su ciudad natal, luego de ser
directora de información de Naciones Unidas para Centroamérica y Panamá con
rango diplomático. Ya estando aquí, apoya en la construcción del museo, mismo
que da realce y belleza a la ciudad.
En coordinación con el Alcalde, en aquel
entonces, el Ingeniero David Valdivia, impulsa la instalación de letrinas,
adoquinado de algunos barrios y otras obras de beneficencia a la ciudad, como
en el caso del barrio Boanerge López, al cual mandó
instalar las aguas negras, construyó 510 metros de zanja y
tubería desde la entrada a la
Chácara hasta el Instituto Nacional Francisco Luis Espinoza. Asimismo
invirtió en el enchapado de un cauce de concreto, mandó a instalar servicios
higiénicos públicos en el parque 16 de julio de Estelí. Al hospital le donó
un Endoscopio para diagnostico y ropa hospitalaria. También ayudó a muchas
personas que llegaban a su casa por motivos de salud. Construyó una cancha de
tenis en el Club Campestre para evitar que los jóvenes se involucren en
pandillas, cooperó con dinero en la reparación de una de las unidades de los
bomberos, hecho que la hizo merecedora del nombramiento “Capitana Honoraria
de los Bomberos”. La alcaldía por su parte le otorgó “La Orden Centenario” Por el trabajo realizado a favor del
municipio.
Con sus ahorros hace posible el
funcionamiento del Centro Comercial Angela Molina,
nombrado así, en reconocimiento a su abnegada madre del mismo nombre. Actualmente está construyendo un hermoso
edificio frente al parque, el que espera inaugurar muy pronto.
La Doctora Graciela González Molina, por sus
meritos alcanzados es un orgullo esteliano y digna representante de la mujer,
esa mujer luchadora, humanista, emprendedora, visionaria, perseverante,
profesional, intelectual y culta, que hace todo lo posible por cumplir las
metas de su vida. Felicidades y gracias Doctora Graciela por todos esos
valiosos aportes a la sociedad esteliana. Es una huella indeleble que dejará
a su querida ciudad, Estelí.
Revista El Esteliano.
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