ASILO DE ANCIANOS SANTA LUCIA DE ESTELI

UNA ESPERANZA PARA EL ADULTO MAYOR ABANDONADO

 

 

 

Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.  Ingmar Bergman

 

Juventud divino tesoro te vas para no volver (Rubén Darío), una clara ley de la vida de la que nadie se escapa y una situación en la que en un momento dado la vivimos. En la mayoría de los casos con enfermedades, abandono y otras con desprecio. Como una manera de calmar un poco este problema surge el Club de Ciegos, Ancianos e Inválidos de Estelí. Ubicado en el barrio Alfredo Lazo, del antiguo cine Nancy una cuadra al norte. Nació el veinticinco de mayo del año 1975, con el único propósito de que se termine con la mendicidad. Para que los ancianos no videntes y minusválidos, tengan techo, alimentación, medicina y vestuario seguro, que conforme a la condición de seres humanos tienen derecho y para que no se les trate como mendigos a los que de una u otra forma fueron miembros hábiles de la sociedad y por el contrario sigan llevando una vida digna. Es una asociación civil, sin fines de lucro, de duración indefinida, como lo especifica el acta constitutiva, aprobada mediante el decreto legislativo No. 884, promulgado por el poder legislativo el dieciocho de octubre del año 1994, publicado en el diario La Gaceta del veintitrés de noviembre del mismo año; estrictamente de carácter social, con domicilio legal en la ciudad de Estelí, conocido como “Club Santa Lucia”.

 

Está bajo la dirección y administración de las hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción; logrando beneficiar a cuarenta y dos pacientes por año, cuyas edades oscilan entre los 60 y 98 años, a quienes les brindan una atención integral hasta darle cristiana sepultura, todos ellos de extremo abandono familiar y social y que han sufrido maltrato físico y sexual y con diferentes enfermedades crónicas como: mentales, alzhaimer, cáncer, problemas cardiacos y de próstata, diabetes, hipertensión arterial, asma bronquial, secuelas de AVC (accidentes vasculares cerebrales), etc, en su mayoría ciegos, inválidos y encamados.

 

La institución sobrevive por la constancia en el cuidado, la generosidad de las personas de la comunidad y de instituciones como el Ministerio de la Familia que siempre están apoyando. El objetivo ha sido y será siempre brindar una atención integral de calidad a todos los adultos (as) mayores abandonados por sus familiares. Brinda una atención integral directa permanente a los beneficiarios en servicios de enfermería, alimentación, vestuario, terapia ocupacional y techo las veinticuatro horas del día durante la última etapa de su vida, dependiendo en un 100 % de la institución para vivir con dignidad su ultima estancia en este mundo.

 

Es importante hacer notar que para el mantenimiento del centro no se cuenta con ninguna ayuda por parte del gobierno estatal o local, sobrevive gracias a la generosidad de personas caritativas que consecuentemente ayudan en esta labor humanitaria en la medida que sus posibilidades lo permiten. Por lo que sufren de muchas limitaciones y se les es imposible dar mayor cobertura a la población adulto mayor, que deambula por las calles de nuestra ciudad y sus alrededores. Es por ello, que instan a las personas con posibilidades de ayudar a que se acerquen a la institución, las puertas del Asilo están abiertas a cualquier hora si desean aportar alguna ayuda, la que es bienvenida, son muchas las necesidades que hay que cubrir.

 

Seamos participes del mejoramiento de la calidad de vida del adulto mayor, valorando su experiencia como persona, todos llegamos a esta etapa de la vida y al igual que un niño necesita del amor y cuidado de familiares y la sociedad en su conjunto. Ese viejito (a) que cuando tenia las fuerzas de la juventud te ayudó, te dio un buen consejo, enjugó tus lagrimas cuando estabas triste y con un abrazo sincero te dio todo su amor, ahora necesita de ti, es hora que le devuelvas un poco de todo ese amor que ese anciano (a) un día te lo entregó todo.

 

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