EL ROTOR VENTILADOR

 

 

Hubo una vez un personaje que se llamaba Adán Smith, de origen Irlandés. En aquellos tiempos las economías de Europa se debatían  con la iniciación de mercados que auguraban ser factores consistentes con los objetivos del desarrollo económico por lo que la mayoría de estos países propugnaban, como preludio del despegue de sus economías, después de diversos períodos de inestabilidades políticas en ese continente.

 

Fue entonces que el señor Smith, emitió la teoría de “La mano invisible”. Esta teoría  del señor Smith, indicaba “Que cuando una persona realiza un evento de transacción en el mercado (compra-venta), el efecto derivado o beneficio, se proyecta a todo el sistema económico donde se está realizando el evento.

 

Así todos los eventos realizados al unísono consecutiva, contribuían al establecimiento de un tendido diverso de eventos con efectos expansivos y graduativos, de tal forma que en un conjunto integraban una escenografia de eventos en la economía. Cuyas variaciones se determinaban en dependencia de lo que el mercado ofrecía y de la capacidad de compra de los demandantes, así como de los costos de producción de los bienes y servicios de la oferta del mercado.

 

Este principio desde entonces ha prevalecido en todo el mundo del mercado. Y por su cualidad de no ser visible, el señor Smith lo llamó “La mano invisible”. Este descubrimiento preponderante, desde entonces ha servido para que los arquitectos de las políticas económicas de los países mercantiles, orienten las tendencias de la economía según los intereses que presentan que casi en todos los casos son los del gobierno que en ese momento rige los destinos del país en que actúa.

 

De aquella época a la actualidad y lo que en aquel tiempo sirvió para que los agentes de cambio conocieran como funcionaba la economía de mercado y lo que la mano invisible es hoy en el mercado dista mucho espacio de variación. Este principio que por incapacidad o intencional ha funcionado y funciona como el elemento que ha desconcertado y degradado al país en sus cuatro costados, lo cual debería de ser increíble. Se ha traducido a la basta destrucción siguiente:

 

·           Los recursos climáticos en crisis.

·           Las economías municipales y departamentales convertidas en bolsas plásticas.

·           La vida de las sociedades de consumo cuesta abajo.

·           Y el mismo mercado-casi todo lo del mercado es importado.

·           La productividad del campo y la ciudad es casi invisible.

·           Y hasta la esperanza de ser mejor ciudadano para Nicaragua casi es inexistente.

 

Mi estimado lector, cree usted que está presente o no “LA MANO INVISIBLE EN NUESTROS MUNICIPIOS-ESTELI Y EL RESTO”?, si señor y en toda Nicaragua.

 

Y el efecto de esta mano, es lo que tiene al país en bancarrota, sin bosques, sin aguas en los ríos, sin alimentos y especialmente sin conocimientos para revertir los efectos degradativos de esta mano, que en sí y de por sí no es de mal agüero, siendo que podría ser beneficiosa en alto grado, si su manejo fuera para Nicaragua y no para conducir sus riquezas y sus efectos reproductivos en progresión hacia la acumulación de la moneda a lo interno del país y por efecto de fortalezas externas hacia fuera del país.

 

La irracionalidad: Nosotros somos los actores de los eventos de la mano invisible en el mercado, pero los efectos expansivos de los beneficios nuestros, están dominados por el efecto de la moneda que en nuestro caso está mas devaluada que un harapo, así que mientras el poder de la moneda no sea valuada por “LA MANO INVISIBLE POR NICARAGUA” seguiremos siendo el país más pobre de AMERICA LATINA y el tercer mundo.

 

Nuestro Estelí es uno de los 153 escenarios-municipios del país en que la mano invisible es el mayor retenedor del progreso que todos hemos esperado y que seguiremos esperando y que prevalecerá si es que, a quien corresponde no le pone mano visible a la mano invisible.

 

DE LO CONTRARIO SEGUIREMOS SIENDO EL ROTOR VENTILADOR DE LA MANO INVISIBLE QUE EL SEÑOR SMITH, NOS ALERTO HACE MAS DE 100 AÑOS.

 

Ing. Ernesto Valdivia Hidalgo.

Telf. 713-2846, cel. 849-6392.